«Ha sido una ruta preciosa»

El Bilbao Triathlon no se libró de las excepcionales restricciones sanitarias que inciden cada vez más en los eventos deportivos durante este año. Fue una carrera con poco público, con muchas mascarillas antes y después, y también con mucha distancia social. Los participantes, sin embargo, lo disfrutaron como nunca al tratarse para muchos del regreso a la competición. «Me ha gustado mucho la organización. Nos han trasladado mucha seguridad y al ser una salida de carrera escalonada, te da tranquilidad que por detrás no venga nadie. En lo que respecta a las medidas contra la Covid-19, lo han tratado muy bien», explicó el corredor del equipo Indarzark Gorka Eguren.

La carrera se desarrolló en Bilbao y sus inmediaciones. Solamente durante el tramo a bici los participantes salieron de la villa. Los espacios escogidos por la organización fueron lugares emblemáticos de la ciudad, lo que permitió a los corredores disfrutar de unas vistas «maravillosas». Tras la carrera, los triatletas insistieron en que fue una carrera «preciosa». «Me ha gustado mucho y la gente se ha animado a venir a pesar del mal tiempo», explicó Nieves Infante, una habitual en los campeonatos de España de esta modalidad,

En la llegada, una de las palabras más repetidas era «ilusión». Muchos corredores no habían podido competir desde antes del parón por el coronavirus, y la cita de este sábado en Bilbao era su particular regreso. «Teníamos muchas ganas de volver, es algo que compartimos entre todos. Cada uno llega con una forma física diferente después de estar tanto tiempo parados. Diría que tenemos menos exigencia que hace un año. Hemos venido a disfrutar y quitarnos ese mono», explicó Eguren.

Lla lluvia tampoco se quiso perder la gran fiesta del triatlón en la villa, en la que también participó Juan Mari Aburto, alcalde de la ciudad, al dar la salida. La jornada estuvo pasada por agua casi en su totalidad, algo que provocó algunas caídas entre los corredores. Pero en general, los triatletas acabaron satisfechos. «El tiempo ha aguantado bastante. Teniendo en cuenta que ayer por la noche -el sábado- diluviaba, yo me esperaba lo peor. Pero a ratos ha dejado de llover. Ha sido muy bonita la carrera, también la corrí el año pasado y no te sabría decir cuál ha estado mejor», declaró el corredor de Saltoki Trikideak, Hodei Ariztu.

Más de un centenar de seguidores se acercaron a las inmediaciones del Palacio Euskalduna para presenciar la prueba. En todo momento hubo gente apoyando a los corredores. La explanada del Museo Marítimo tuvo que mantenerse vacía de público por cuestiones de seguridad, lo que provocó que los seguidores y allegados de los participantes se tuvieran que situar en el puente.