Rescatan al CB Barakaldo para seguir militando en Primera Nacional

El descenso del Club Balonmano Barakaldo hasta Liga Vasca suponía la definitiva caída a los infiernos de un equipo histórico a todos los niveles, que hace apenas veinte años, se encontraba en la élite, la Liga Asobal. El conjunto fabril firmó una campaña para olvidar en el grupo C de Primera Nacional, ubicándose en la penúltima posición con sólo trece puntos, una renta insuficiente para evitar la quema. Los peores presagios se confirmaban y los baracaldeses, absolutos referentes históricamente en este deporte, tocaban fondo. Salían del panorama nacional. Algo inimaginable para la entidad hasta hace poco.

Es por ello que, por mucho que el descenso se hubiese consumado en el plano deportivo, desde el club trabajaron a destajo desde que se confirmó la debacle para tratar de evitarla. Tenían un as bajo la manga: aspirar a una de las invitaciones que otorga la Federación para tratar de lograr la salvación en los despachos. El pasado sábado, les confirmaron que el milagro se hacía realidad. El ente organizativo le rescató, regalando otra de las plazas al Balonmano Loyola de Pamplona, por ejemplo. «Lo hemos peleado todo lo que hemos podido, sobre todo, por los canteranos que vienen por detrás pisando tan fuerte. Es una gran noticia para el club y para Barakaldo», afirma Miguel Pereira, entrenador del primer equipo.

El técnico reconoce que «al principio éramos optimistas, aunque luego sí había momentos que pensábamos que, si no nos habían contestado, sería porque no tendríamos plaza, ha sido un vaivén de emociones, pero la espera ha merecido la pena». Hasta ahora, toda la plantificación ha estado prácticamente paralizada a la espera de esta decisión. «Sin saber en qué liga sales, es muy complicado hacer un presupuesto, los equipos y hablar con la gente», apunta Pereira.

Pese a la gran felicidad que les ha producido el hecho de mantenerse en la tercera categoría nacional, el entrenador también manifiesta que «hubiésemos querido que nos lo dijeran antes porque tienes que planear la temporada, hablar con jugadores para renovarles, fichar...». En ese sentido, «nos hemos ido moviendo, ha habido gente que nos ha esperado y gente que no, es entendible porque en julio todo el mundo quiere saber donde va a jugar», agrega. Por lo tanto, ya han ido avanzando en ciertos aspectos de la conformación de plantilla y pronto esperan cerrar la continuidad y la incorporación de varios jugadores.

Miguel Pereira indica que la debacle del curso pasado se debió a que «fue un año en el que no salió nada, fue un cúmulo de cosas, entre lesiones, algún jugador que se va...Competimos muy poco, el descenso se consumó, pero por suerte para el club y para Barakaldo, seguimos en Primera Nacional». Ahora han hecho borrón y cuenta nueva. Únicamente están enfocados en los que les depare el futuro, que vislumbran «esperanzador».

Este optimismo respecto al devenir del CB Barakaldo se debe a que « los equipos de categorías inferiores han hecho un gran papel», comenta el entrenador. Mismamente, los juveniles se proclamaron campeones de Euskadi y compitieron en el Campeonato de España. Pereira avanza que «unos ocho» de ellos entrenarán con el primer equipo y alguno incluso será parte del plantel. Por lo tanto, el suyo es un proyecto de cantera. Actualmente, el objetivo es «no descender ni sufrir, empezar a crear unos cimientos que en unos años nos permitan aspirar a un ascenso», señala. Toca empezar de cero y construir con mimo el proyecto.

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