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Sara Andrés en una imagen de archivo.
La rabia de una atleta paralímpica por las plazas de aparcamiento de movilidad reducida: «Todos los días tengo trifulcas»

La rabia de una atleta paralímpica por las plazas de aparcamiento de movilidad reducida: «Todos los días tengo trifulcas»

Sara Andrés denuncia en redes sociales sus serios problemas para estacionar en su centro de entrenamiento en Majadahonda

Miércoles, 18 de diciembre 2024, 20:50

«Todos los días cada uno lo hacéis constantemente mal. Todo el rato. Todos los días tengo trifulcas, no puedo ir a entrenar a gusto». Completamente indignada y a través de sus redes sociales, la atleta paralímpica Sara Andrés denunciaba la desagradable situación que afronta día a día para aparcar en las plazas de movilidad reducida. Con 25 años, sufrió un accidente de coche que seccionó sus piernas por debajo de las rodillas. Después, padeció un cáncer de tiroides y otro de piel.

La madrileña, una de las atletas paralímpicas más conocidas de España, fue cuarta en los 100 metros y octava en longitud en París 2024 T64 (para atletas con doble amputación). Cuenta con gran popularidad en redes sociales. Y allí se ha desahogado junto a sus seguidores al mostrarles una realidad que le obliga a plantearse dejar de entrenar en Majadahonda.

«Siempre es en el mismo sitio, la pista de atletismo de Majadahonda, donde presupones que la gente tiene un nivel sociocultural y económico alto», arranca en un alegato de ocho minutos en sus 'stories'. Relata allí sus dos últimos encontronazos con diferentes personas que, sin derecho a utilizarla, han aparcado en los espacios reservados a minusvalidos.

Según cuenta, la primera infractora explicaba que aparcaba «solo un minuto» para recoger a su hija. La atleta bajó de su coche y le tocó la ventanilla porque no reaccionaba al darle las largas. «Sabes que está mal si viene alguien y lo necesita. Yo porque puedo, pero si viene alguien con silla de ruedas, que no puede bajarse… ¿Y cómo coño te dice que quites el coche?», se enfada.

La doble medallista llama entonces a la Policía y se niega a mover el coche cuando aparece la hija de la conductora. «La señora empezó a dar marcha atrás conmigo detrás. Me gritó. La niña mirando… Que tú verás cómo educas a tu hija, pero lo está viendo, le estás enseñando que te da igual. La niña se puso a llorar y le dije 'cariño no es por ti'».

Al día siguiente, la madrileña caza a otra conductora aparcando sin permiso en la zona para personas con problemas de movilidad. Dicha mujer le pilla haciéndole una foto «para hacer la coña en Instagram de todos los días igual». Entonces, la increpa y llama «gilipollas» y «zorra». «¿Qué esperas que haga una persona cuando la insultas? ¿Que te pegue?», reflexiona Andrés. Y reflexiona: «El ser humano tan poco empático, tan irrespetuoso, que yo me conformo con que me digas 'perdón, me quito ahora mismo'».

Es en ese momento cuando se dirige a sus seguidores. «Todos los días cada uno lo hacéis constantemente mal. Todo el puto rato. Todos los días tengo trifulcas, no puedo ir a entrenar a gusto. ¿De verdad no eres consciente de que, no eres tú, es toda la sociedad la que no está respetando y de que las personas con discapacidad estamos hartas de vosotros? ¿No os dais cuenta? Me pongo enferma ya porque estoy harta de la gente, yo no tengo que educaros, no tengo que deciros que esto está mal hecho, deberíais hacerlo vosotros. Y cuando alguien os llama la atención, sed humildes, pedid perdón e iros rápidamente, que es lo mínimo que tenéis que hacer».

Y sigue: «Me han llamado 'zorra', 'gilipollas'... Yo voy contenta a entrenar y me como esto (rompe a llorar) porque tú eres un puto desgraciado, y ya no puedo, no quiero. De hecho, estoy planteándome dejar de entrenar en Majadahonda porque siempre pasa lo mismo. Estoy harta. Yo no necesito trifulcas en mi vida, no necesito esto. En Las Rozas es perfecto, hay muchas más plazas de discapacitados y no ocurre esto, y si alguno para mal está constantemente pasando la policía».

«Estoy cansada de la gente maleducada, irrespetuosa, que le explicas las cosas y se viene arriba, te insulta y tú no puedes hacer nada. No me gusta llorar en la cámara, pero la gente cuando tiene rabia llora y lo expresa y tengo un medio y un altavoz. Por favor no hagáis esto ni un minuto, no paréis, porque luego viene alguien que lo necesita y le jodéis el día. Y menos a la persona con discapacidad, porque no elegimos tenerla, así que como no la hemos elegido y te puede pasar a ti, respeta. En el hospital, en el colegio… En todos los sitios en los que hay una plaza de discapacitados, no te pongas. Aparca en la Cochinchina, tú que tienes piernas, y andas. O aparcas en carga y descarga, y ya jodes a todo el mundo, pero no solo a los discapacitados, ¿entendéis?», zanja.

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