«Estoy orgulloso de haberlo dado todo en el judo»

Aquellos y otros momentos, removieron ayer sus recuerdos con motivo del primer encuentro olímpico de judo celebrado en Vitoria y organizado por la federacion vasca y alavesa, en el que también estuvieron su compañera Laura Gómez, los vizcaínos Kenji y Kiyoshi Uematsu y la guipuzcoana Oiana Blanco. Cerca de 190 judocas procedentes de Euskadi y provincias limítrofes, alguno también de Francia, quisieron compartir una jornada de técnica y estilos de judo sazonada con más ingredientes.

«Además de judo, lo que les hemos querido trasladar son los valores de este deporte, el compañerismo, el sacrificio, la lucha para llegar hasta donde nosotros llegamos en su momento», explicó el propio Sugoi, referente aún para muchas generaciones que empiezan. No en vano, tras competir en los Juegos de Río, el gasteiztarra realizó una retirada silenciosa, paulatina, hasta convertirse en entrenador del club que dirige en Valencia, donde prepara a futuros campeones olímpicos. Ese fue su sueño aunque no llegó a alcanzarlo. Se quedó a un paso del bronce en Londres, acudió lesionado a Río, pero nadie olvida su título europeo en 2010    o el subcampeonato del mundo en 2009. 

«Estaré orgulloso cada día de mi vida de haber tomado las decisiones correctas. Si volviera 15 años atrás, elegiría lo mismo para ser campeón olímpico aunque no lo logré. Pero estoy orgulloso de haberlo dado todo», afirmaba. Acompañandole no faltar sus tres hermanos: Eriz, Gar y Maier. Los dos últimos también fueron campeones de España y brillaron a nivel nacional. Gar decidió abandonar el deporte de alta competición, Maier, da clases a niños en la Universidad de Deusto. Eriz, es el mayor y llegó a ser campeón de Euskadi. «Somos una familia unida. Una piña.  Los éxitos de Sugoi han sido los éxitos de todos», destacó con lágrimas en los ojos.