Una «nave espacial» de Ferrari para volar sobre las olas
Vela ·
La mítica marca italiana de coches de Fórmula 1 y de superdeportivos se lanza a la náutica de competición con un barco vanguardistaDarío Menor
Corresponsal Roma
Viernes, 27 de junio 2025, 00:07
El 'cavallino rampante' se convierte en un caballito de mar, pero en uno muy especial: con capacidad para volar sobre las olas y surcar las ... aguas a toda velocidad. Ferrari lanzó el miércoles en su cuartel general de Maranello el proyecto Hypersail, con el que debutará en la náutica de competición. Lo hace con un barco de 100 pies de eslora (unos 30 metros) que se construye en un astillero italiano y será botado el año que viene. Se mantiene en secreto el coste de la iniciativa, la fecha exacta en la que la nave se hará a la mar y el arsenal donde trabajan los técnicos de Ferrari con el apoyo del diseñador náutico francés Guillaume Verdier. El mítico fabricante italiano de bólidos de Fórmula 1 y de deportivos de superlujo ha puesto al frente del proyecto al velista italiano Giovanni Soldini, uno de los más laureados de su país y que en la última década navegó con el trimarán Maserati.
«Parece más una nave espacial que un barco», contó en la presentación ante los medios John Elkann, presidente de Ferrari. Este proyecto náutico, iniciado hace dos años, se beneficia de los conocimientos de la empresa en aerodinámica, gestión de la energía y sistemas de control de la navegación gracias a su larga experiencia construyendo automóviles tanto de carretera como para competición. Sus últimos hitos son el F80, un superdeportivo híbrido de 1.200 caballos con una producción de sólo 799 unidades, y el 499P, con la que hace unos días ganó la carrera de las 24 Horas de Le Mans por tercer año consecutivo.
Peor le va este año en Fórmula 1, donde el SF-25 ha mostrado muchas limitaciones en los circuitos. «Con el proyecto Hypersail el sueño se hace realidad. Llevar Ferrari de la tierra al mar y al cielo es algo extraordinario. Y lo hacemos con un sano realismo, porque no se trata sólo de construir un barco con unas prestaciones extraordinarias, sino que también sea hermoso y se pueda confiar en él. Es algo que en Ferrari sabemos hacer», afirmó Elkann, que respondió con una evasiva risa nerviosa cuando los periodistas le preguntaron por el coste de este plan. «Este proyecto nos brinda la oportunidad de seguir innovando, de obtener patentes que nos puedan beneficiar en diversos ámbitos».
De hecho, son ya nueve las patentes registradas por Ferrari gracias a las investigaciones derivadas de su entrada en la náutica, a las que podrían seguir otras seis más. El barco será de un solo casco y se estabilizará durante el vuelo con tres puntos de apoyo: la quilla basculante, la pala del timón y, de manera alterna, las dos hidroalas laterales. Para evitar embarcar gran cantidad de combustible y reducir así el peso, la nave funcionará exclusivamente con la energía renovable obtenida por placas solares, turbinas eólicas y aprovechamiento cinético. No será necesario instalar un motor de combustión, sino sólo un acumulador de energía obtenida por las citadas fuentes para alimentar el movimiento de las hidroalas, de la quilla y del timón, además de todo el sistema de navegación y otros instrumentos electrónicos.
Un barco «muy complejo»
«La clave ha sido encontrar el equilibrio entre el peso y la prestación de la batería para garantizar el máximo rendimiento. Nos hemos beneficiado de los quince años que llevamos trabajando con el eléctrico», explica Matteo Lanzavecchia, ingeniero encargado de integrar la experiencia de los automóviles de Ferrari, como el citado F80, en el proyecto náutico. «Se trata de un barco extremadamente complejo, en el que el empuje desde abajo hace que poco a poco se vaya levantando hasta salir completamente del agua. Nuestro primer desafío ha sido garantizar su estabilidad, para lo que hemos partido del software que controla la suspensión de nuestros automóviles», cuenta Marco Ribigini, otro ingeniero que participa en Hypersail.
Una vez se haga a la mar, la nave será utilizada por Soldini con una tripulación de entre 8 y 12 personas para competir en regatas. «Ya veremos en qué carrera participamos. El objetivo principal es ser veloz, estable y fiable, además de independiente desde el punto de vista energético», afirma este experto velista, conocido por sus travesías en solitario alrededor del mundo. Elkann descarta por ahora que el barco, del que sólo se construirá un ejemplar pues no está prevista su comercialización, vaya a salir en la Copa América, el evento más importante de la vela mundial de competición. El objetivo es «ir lo más lejos posible» con las prestaciones de la nave sin estar constreñido por las reglas de la citada carrera. «Esto es más emocionante», explicó Elkann, nieto de Gianni Agnelli, el mítico patrón de la Fiat, y presidente del coloso automovilístico Stellantis.
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