El Gobierno prohibirá «en octubre» que casas de apuestas patrocinen clubes

Nueva advertencia del Gobierno a los clubes que en sus camisetas o incluso en el nombre llevan marcas de casas de apuestas. «Renovar patrocinios con casas de apuestas es una temeridad». Así lo aseguró el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ayer durante una entrevista radiofónica. El representante del Ejecutivo, que hasta hace unos meses fuera líder de Izquierda Unida, se mostró tajante al asegurar que «en octubre» se aprobará un real decreto por el que se prohibirá cualquier vinculación de los equipos deportivos con las casas de apuestas. Una normativa que, entre otros, afectaría al RETAbet Bilbao Basket, al Alavés y a Osasuna. Precisamente el club navarro ha sido uno de los que ha ampliado su vinculación con las empresas ahora bajo la lupa de la Administración.

«Es una temeridad que algunos equipos hayan renovado sus patrocinios con las casas de apuestas porque van a estar prohibidos», subrayó Garzón. El ministro de Consumo insistió en que, a partir de octubre, «los patrocinios en las camisetas desaparecerán y ya no habrá publicidad del sector en ningún tipo de soporte, salvo de 1 a 5 de la madrugada».

El Ejecutivo de Pedro Sánchez envió a comienzos de julio a la UE el proyecto de Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades del Juego, que endurecía el borrador que el Gobierno había presentado en enero. En resumidas cuentas prohibe cualquier relación entre los clubes deportivos y las casas de apuestas. La propia Liga ya reconoció hace un mes que la normativa afectaría a 41 de los 42 clubes que componían entonces la Primera y Segunda División de fútbol -sólo la Real Sociedad no mantiene ninguna clase de patrocinio de este tipo-. En total, se calcula que los clubes de fútbol perderían en torno a 80 millones de euros.

No sólo ellos se verían afectados. También el baloncesto y el balonmano sufrirían un duro golpe en sus finanzas en un año donde tienen que capear con la celebración de campeonatos a puerta cerrada, la suspensión de las propias competiciones y la falta de empresas que les quieran patrocinar. De hecho, muchos clubes tenían la esperanza de que el Gobierno aplicase una moratoria hasta que la pandemia remitiera. Entidades como el Bilbao Basket, por ejemplo, se pueden encontrar con un tremendo impacto económico que ponga en riesgo el proyecto, justo cuando la directiva actual ha conseguido encauzar el agujero que dejaron los anteriores responsables del club.