El forzudo de Barakaldo que levanta 600 kilos
Jorge Pérez Payo fue el año pasado el segundo mejor 'powerlifter' de España en su categoría. «Está al alza en Euskadi», dice sobre un deporte que combina el press de banca, la sentadilla y el peso muerto
Jorge Pérez Payo vive rodeado de pesos. En su trabajo en Vicinay ensambla cadenas para plataformas petrolíferas cuyos gigantescos eslabones pesan más de 400 kilos ... cada uno. Y en el gimnasio carga discos y más discos en las barras para mejorar sus marcas. Es capaz de hacer sentadillas con 215 kilos, levanta 132 kilos en press de banca y hasta 272,5 en peso muerto. Una barbaridad. Se le da tan bien que el año pasado quedó segundo en el campeonato de España máster de su categoría en 'Powerlifting', un deporte de forzudos que «está en alza en Euskadi», asegura este baracaldés de 41 años. «Arnold Schwarzenegger, Ronnie Coleman -el culturista más laureado de la historia- y la Montaña, el personaje de 'Juego de Tronos', han competido en 'Powerlifting'», subraya sobre una disciplina que tiende a confundirse con la halterofilia y el 'Strongman'.
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«Empecé a interesarme hace unos ocho años. Vi a unos chavales en el gimnasio Mcfit de Barakaldo y le pregunté por lo que estaban haciendo», recuerda. Era el año 2016. Hasta entonces, y desde los 18 años, acudía al gimnasio como muchos otros, por afición y por su hermano mayor, «un atleta de velocidad que hace también crossfit, se cuida… Un ejemplo de vida sana». Ese gusanillo fue creciendo. Primero empezó a comparar su fuerza en competiciones en el propio gimnasio hasta que después dio el paso a medirse en campeonatos 'reales' en Sevilla, Burgos, Almería…
Su aspecto le delata. Está fuerte, muy fuerte. Mide 1,80 y pesa 101 kilos. Pero frente al estereotipo de los culturistas, que miden al gramo las comidas y sacrifican incluso su vida social por el rendimiento deportivo, Jorge no es un esclavo de su deporte ni se lleva los tuppers con la comida a cuestas. Antes de un entrenamiento por la mañana apenas desayuna un café, un plátano y un batido de proteínas. «Tengo una digestión pesada», explica. Después sí que come más: hidratos, proteína, mucha fruta… Se cuida pero no se obsesiona. «Lo primero es la familia», su mujer Zaira y su pequeña Carla, de siete años. «Nunca fallo en la ikastola», insiste. Cuestión de organización y, sobre todo, de voluntad.
148 'powerlifters'
hay en Euskadi afiliados a la Asociación Española de 'Powerlifting' en Euskadi repartidos en 10 grupos
Soldador de formación, antes de trabajar en Vicinay Jorge fue conductor de autobuses de líneas de larga distancia. Madrid, Benidorm y hasta Roma. Hubo una época en que se levantaba a las cinco de la mañana «y a las seis se echaba la barra a la espalda». Fue su prueba de fuego. «Si no lo dejo ahora es que me gusta», recuerda sobre aquellos tiempos. «Me saca de quicio oír a los chavales jóvenes decir que les duele aquí o allí o que no tienen ganas de entrenar. No hay excusas. Si se quiere, se puede. No hay imposibles. Si no hay tiempo, se saca», enfatiza.
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'La cueva'
Jorge entrena en unas instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Portugalete junto al campo de fútbol de los Llanos. En un rincón del frontón, bajo las gradas, se ubica un pequeño gimnasio. Es sencillo y no cuenta con ninguna de esas máquinas de última generación habituales en los gimnasios más modernos. Barras y discos forjados, metal puro y duro. Y una pesa de 60 kilos hecha por él mismo. El gimnasio de Rocky Balboa, que se suele decir. Le llaman 'la cueva'.
Al fondo, tras una puerta, está el espacio donde entrena junto a sus compañeros del club 'Más que fuerza' que lleva junto a Álex, su entrenador. En esta pequeña habitación tienen todo lo necesario: las barras de competición de 20 kilos, los discos calibrados -a diferencia de los normales, el margen de error es de apenas unos gramos-, los bancos para el press… En la pared, una frase motivacional. 'Not bad but not prime', algo así como 'No está mal pero no es lo mejor'. También hay un 'rack yugo' -una especie de jaula que se carga sobre los hombros para llevarla de un lado para otro- utilizado en las competiciones de forzudos y dos mesas para 'armwrestling', los pulsos de toda la vida. Practican los viernes por la tarde. Tienen hasta un tatami de quita y pon. «Me gustan los deportes de fuerza», explica.
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Son siete los que entrenan en este angosto espacio, «incluida una chica de Sestao que ahora viene menos». En todo Euskadi hay 148 'powerlifters' repartidos en diez grupos. A nivel nacional, la cifra de inscritos en la Asociación Española de Powerlifting (AEP) supera los 3.000. «Hay varias asociaciones, no una federación como tal», explica. Parte de la Federación Internacional de Powerlifting (IPF), la AEP se fundó en 1982 y entre sus reglas están los controles antidoping. A diferencia de otros deportes, las competiciones no se dividen en comunidades autónomas, sino en regiones. Euskadi pertenece a la noroeste 2. Se empieza en el nivel de iniciación, el AEP3, y se asciende hasta el tope, el AEP1. Jorge ha participado tanto en el intermedio -el AEP2- como en este último.
Los tres ejercicios
El 'Powerlifting' es una disciplina de fuerza que consta de tres ejercicios: el press de banca, las sentadillas y el peso muerto. En la primera se trata de llevar hasta el pecho una barra cargada con discos en ambos lados y levantarla a continuación. En las sentadillas la barra se coloca sobre los hombros, por detrás de la cabeza, y se ha de bajar hasta quedar en cuclillas. Una vez en esta posición, queda lo más difícil, volver a subir. El peso muerto consiste en elevar la barra desde el suelo hasta lograr poner el cuerpo en posición vertical. Tres jueces se encargan de dar validez o no a los tres intentos con los que cuentan los competidores para cada prueba por medio de una luz blanca y una roja. El intento es válido si hay al menos dos luces blancas. La suma de los pesos en cada ejercicio da el ganador final.
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Los competidores se reparten en categorías de peso. Jorge compite en la de menos de 105 kilos. La más ligera es la de -59 y la más pesada, a partir de los 120. A diferencia del boxeo o las artes marciales mixtas, donde los luchadores bajan varios kilos de peso para el pesaje y después recuperan hasta diez en un solo día, en el 'Powerlifting' esto es imposible ya que el pesaje se hace solo dos horas antes de la competición. «Y no conviene competir deshidratado. Rendiríamos menos». El récord de Jorge es de 607'5 kilos. «Lo que mejor se me da es el peso muerto y lo que peor, el press de banca. Lo he intentado todo, pero…», confiesa. Su objetivo es llegar a los 650. Para ello entrena, «dependiendo de los relevos en el trabajo», unas 4 o 5 veces a la semana durante dos horas. Los ejercicios, intensidad y peso dependen de la fase de preparación en la que se encuentre,
«Es un deporte menos lesivo de lo que parece», subraya. «Con cabeza no es más peligroso que el fútbol. Se puede hacer incluso con 70 años. Es fundamental calentar bien y los movimientos articulares». Las tres pruebas son los que los especialistas llaman ejercicios básicos. «El press es empujar, como cuando empujas un coche. El peso muerto consiste en levantar un peso desde el suelo, como cuando cogemos cualquier cosa. Y las sentadillas es agacharse como cuando arreglamos un enchufe», describe. Él solo ha tenido una lesión en el psoas y en la espalda.
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La próxima competición de Jorge llegará en junio del año que viene. Mientras tanto sigue peleando por su deporte. «En España se están haciendo bien las cosas. El año que viene se celebrará en Málaga el campeonato de Europa». Un paso importante es la llegada de sponsors. Nike acaba de entrar en el negocio, un hito que puede ser vital para una disciplina que aspira a ser olímpica.
El récord de La Montaña
Resulta difícil saber cuáles son los récords mundiales en los tres ejercicios que componen el 'Powerlifting'. Depende de si se hace equipado o no, y de que al tratarse de pruebas que también se llevan a campo en otros deportes de fuerza, las reglas no siempre son las mismas. En el caso del peso muerto, suele reconocerse como mejor marca la establecida en 2020 por Hafthor Bjornsson, la Montaña en 'Juego de Tronos'. Fue capaz de levantar 501 kilos. Superó por uno solo la marca de otra leyenda, el inglés Eddie Hall, conocido como 'La Bestia'. Bjornsson es una mole de 2,08 metros que roza los 200 kilos de peso. Hall, de 1,90 metros, llegó a pesar 195 kilos cuando competía. En sentadillas también se han registrado marcas cercanas a la media tonelada y en el press de banca se han superado los 350 kilos. Las reglas en 'Powerlifting' son muy estrictas. En las sentadillas hay que bajar hasta que la cadera quede por debajo de las rodillas. En el press de banca no se pueden separar del banco la cabeza, los hombros y el culo. Y en el peso muerto, además de llevar las manos desnudas, la barra no se puede arrastrar por las piernas». En ningún caso la barra puede bajar una vez que se está levantando y para cada ejercicio los competidores tienen un minuto. Si se hacen tres nulos en una de las disciplinas, el levantador queda eliminado.
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