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Bandera de La Concha 2023
Exhibición de Urdaibai en una regata que deja su desenlace en el aire: cinco traineras en siete segundosLa Bou Bizkaia recupera 13 segundos en el largo de vuelta y logra el mejor tiempo con 1,25 sobre Hondarribia, 4,19 sobre Donostiarra, 4,97 sobre Orio y 7,75 sobre Zierbena
Cada cual tiene sus preferencias musicales, pero los conciertos de Michael Jackson en Wembley en 1988, AC/DC en la cancha de River (2009), Metallica en Moscú (1991) o el de los Rolling Stones en el Berliner Waldbühne de Alemania (1965) están considerados entre los diez mejores de la historia. Los que tuvieron la suerte de presenciarlos siempre podrán decir «yo estuve ahí». Otro tanto sucede en el remo. Hay regatas que difícilmente se olvidan. Y la primera jornada en La Concha podría ser una de ellas.
Los aficionados que acudieron este domingo a la bahía de La Concha o siguieron la cita por televisión probablemente archivarán en su disco duro el gran recital de los cinco cabezas de cartel de este año –Urdaibai, Hondarribia, Orio, Donostiarra y Zierbena– junto a tres teloneros de postín como Getaria, Cabo Cruz y Ondarroa. Entre todos ellos, sobresalió una 'Bou Bizkaia' que no deja de superarse. Aunque falle el equipo técnico del concierto como sucedió ayer con el GPS de la organización, los 'txos demostraron que saben improvisar y salir airosos.
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Demostración de fuerza, técnica...
Ya habían ofrecido esta temporada actuaciones de altura en las ikurriñas de Santurtzi, EL CORREO o Zarautz por poner algunos ejemplos, pero mención especial merece la demostración de fuerza, técnica y control de la situación en el teatro de los sueño arraunlaris con el inconveniente añadido de ir a ciegas al carecer de referencias con respecto a la tanda anterior. A los de Iker Zabala su épica actuación les permitió acabar primeros, aunque la renta respecto a Hondarribia de cara al asalto definitivo dentro de siete días sea sólo de un segundo y 25 centésimas y de poco más de cuatro sobre Donostiarra y Orio. Este cuarteto remará el domingo en la tanda de honor.
Pero no queda ahí la lucha por la ikurriña porque Zierbena, que ante la tremenda igualdad vivida cayó a la serie inaugural del próximo domingo junto a Cabo Cruz, Getaria y Ondarroa; se encuentra a sólo siete segundos y 75 centésimas y también tiene cosas que decir. Las tripulaciones se encontraron con muy buenas condiciones para remar. La mar estaba en calma, corría una ligera brisa del sur y la marea estaba bajando, que es cuando históricamente mejores registros se han realizado en el teatro de los sueños del remo.
Y ante semejante escenario tocaba interpretar bien el campo de regateo. Zierbena salió como un cohete por la calle cuatro en la tanda inaugural, consciente de que por las balizas uno y dos –Hondarribia y Orio– tenían ventaja hacia fuera con la corriente a favor y había que jugársela. La igualdad fue la tónica general en el primer tercio de regata pero, a partir del minuto siete, fronterizos y amarillos comenzaron a decantar la balanza a su favor, mientras que Donostiarra y Zierbena sufrían.
De hecho, la 'Ama Guadalupekoa' pasó a liderar la serie, mientras que los amarillos se esforzaban por no perder mucho tiempo sabedores de que, si llegaban en un estrecho margen a la ciaboga, a la vuelta tendrían sus opciones, ya que podían cerrarle el paso a los verdes hacia las calles exteriores. Lo consiguieron. Los fronterizos dieron el giro con poco más de un bote sobre los entrenados por Jon Salsamendi que, por primera vez en lo que va de campaña, daban muestras de poder aguantar el mano a mano con los 'gallos'.
La estrategia ahora era clave. Los hondarribitarras no conseguían ampliar el hueco y, por detrás, Donostiarra y Zierbena, que supieron mantener la cabeza fría cuando pintaban bastos también comenzaban a recuperar parte del terreno perdido. En la ciaboga estaban a ocho y once segundos de los verdes y a 1.400 metros de la meta se habían situado a cinco y nueve respectivamente.
Jon Salsamendi animaba a su tropa un esperanzador «hoy es el día» por el pinganillo al comprobar que la desventaja amarilla respecto a los verdes seguía estancada en los cuatro segundos a tres minutos de meta. Poco después, el juez de mar tuvo que intervenir para mandar a la 'Ama Guadalupekoa' a babor ya que se había metido en la calle oriotarra sin el margen de seguridad necesario. Amunarriz escapó raudo y Hondarribia se alzó con la victoria parcial por delante de una Donostiarra que, gracias a su gran tramo final, se coló por delante de los 'aguiluchos'.
El 19.22.17 fronterizo en meta obligaba a Urdaibai a sacar su mejor versión en una segunda tanda en la que se presumía iba a realizar una contrarreloj en solitario frente a Getaria, Cabo Cruz y Ondarroa. Las previsiones se cumplieron, aunque lo que no esperaban los hombres de Iker Zabala era que carecerían de referencias sobre la situación de regata respecto a la manga inaugural «por problemas técnicos», según la organización.
La bajamar estaba a punto de producirse y el escaso viento reinante amainó. Eso hacía pensar que, el registro de la 'Bou Bizkaia' podía ser superior al de Hondarribia en la ciaboga, aunque lo que no esperaban los 'txos' era perder tanto en la baliza. Nada menos que doce segundos peor. Saltaban las alarmas. Tocaba tirar de épica para no quedar sus opciones de bandera. El inconveniente de no tener referencias complicaba aún más la tarea.
Por encima de 40 paladas
Gorka Aranberri puso en marcha la 'misión remontada' casi a ciegas y la tropa azulona se entregó sin contemplaciones a la orden de su patrón. Lo que antes era desventaja –ausencia de viento de popa y menos corriente a favor hacia fuera– se convertía ahora en factor a favor camino de meta. A ello había que sumar el hecho de que los 'txos' tenían todo el campo de regatas a su disposición para elegir el camino hacia el milagro. Las diferencias respecto a los rivales de tanda –por encima de los doce segundos en la maniobra– fueron creciendo de forma progresiva minuto a minuto, pero la duda estaba en el desconocimiento de la situación real respecto a la serie inaugural.
Así que Urdaibai siguió exprimiéndose al máximo. Tanto que a 1.000 metros de la llegada ya estaba a cuarenta paladas y subiendo. Aranberri no dejaba que bajasen las revoluciones del motor. A sabiendas de que tenía tres minutos y 19 segundos para completar esos últimos mil metros –por fin una referencia– seguía apretando. «¡Dale, dale, dale!», repetía el patrón de los bermeotarras una y otra vez. A 400 metros de la llegada, la 'Bou Bizkaia' ya estaba a 45 paladas y su guía trataba de que la cuadrilla siguiera apretando. «'Primeros, primeros, primeros'», gritaba el zarauztarra. Así fue, aunque por un suspiro. Habían recuperado casi catorce segundos a la vuelta.
La imagen de los 'txos' con la boca abierta buscando que entrara aire en los pulmones evidenciaba que no se guardaron nada. Se vaciaron para ofrecer un recital de altura que deberán repetir dentro de siete días si quieren ondear la que sería séptima Concha de su historia. Se avecina otro macroconcierto en el teatro de los sueños del remo.
