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Ibon Oregi, subcampeón de Europa de surf adaptado el pasado fin de semana EC

«Cuando empecé de cero el mar me enganchó»

El vizcaíno Ibon Oregi, subcampeón de Europa de surf adaptado, encuentra en las olas y el deporte la fuerza para reinventarse tras un grave accidente

Miércoles, 22 de octubre 2025, 18:02

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Hace cinco años, la vida de Ibon Oregi (Markina, 1977) cambió para siempre. Un accidente de tráfico mientras corría le provocó la pérdida de una pierna. «Yo antes surfeaba. Y al poco de tener el accidente tenía esa necesidad de entrar al agua, así fue como empecé con el surf adaptado», recuerda.

Esa vuelta al mar se convirtió en el principio de una segunda vida. Oregi, que ya había sentido cierta pasión por las olas antes del accidente, encontró en el surf adaptado una vía para reconstruirse. «Probé así, de rodillas, y el mar me enganchó. Empecé de cero y fui a ver lo que salía», cuenta. Lo que salió, con el tiempo, le ha llevado a ser dos veces campeón de España y subcampeón del mundo de surf adaptado, siendo su último logro un subcampeonato de Europa en la categoría Kneel, en el campeonato celebrado en Patos (Francia) el pasado fin de semana.

Tras aquel inicio por instinto, el markinarra, residente de Zarauz, pronto descubrió que podía ir más allá. «Fuimos a Galicia un amigo y yo a pasar unas pruebas médicas y al de poco tiempo ya estaba en el Mundial de sur», relata.

En el reciente campeonato de Europa, Oregi se quedó muy cerca del oro (11,57 frente al 11,77 del primero). Una diferencia mínima que, sin embargo, no empaña su satisfacción. «Es una pena, pero me siento orgulloso de todo, de mi entorno y amigos, más que del resultado», afirma. En este deporte, dice, hay un factor que nadie puede controlar: el mar. «Dependes de la ola y no sólo de ti; a mí no me cuadró y a mi rival (Llywelyn Williams) sí. Veremos si toca la siguiente».

«Me costó adaptarme...»

La historia de Ibon no se entiende sin su amor por el deporte. «Yo he sido profesor de Educación Física y me gusta hacer ejercicio. Si no hay olas intento andar en bici, que es lo que más me ayuda a reparar el cuerpo, después dos o tres sesiones de gimnasio y luego surfear lo máximo posible», explica. El proceso de adaptación a una nueva forma de surfear no fue fácil: «Surfear con el apoyo de los pies al apoyo de una rodilla o una mano cambia totalmente. Me costó adaptarme a esa postura y al cambio total de las tablas. Pero en un par de años le pillé el truco bastante bien».

Competitivo por naturaleza, Ibon no deja de mirar hacia adelante. «Me gustaría participar en el campeonato del mundo el año que viene». Su sueño, sin embargo, va más allá del circuito: el surf adaptado en unos Juegos Paralímpicos. «Teníamos la ilusión de que en 2028 el surf fuese olímpico. Me llevé un chasco cuando dijeron que no iba a ser así. Veremos en 2032, que será en Australia y su deporte nacional es el surf. Aunque tendré 53 años, sería un sueño terminar así mi carrera».

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