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José Manuel Cortizas
Enviado especial. East Lake
Sábado, 22 de septiembre 2018
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Lo tiene fácil
Nada que reprochar a la actuación del de Barrika en un evento que incluye cuatro días del movimiento. Sólo 30 jugadores en liza, una segunda parte del recorrido que, resultados cantan, se empina como ese repecho previo a la meta que revienta los riñones. Cuesta saber a qué atenerse porque entre tómbolas y montañas rusas, todo es posible en la desembocadura del
Porque Tiger Woods cuenta con miles de rugidos extra para loar su acierto. Tiene un mérito no valorado en su medida que se presentara en el ecuador del certamen como proel pese a no jugar bien en las distancias largas
Birdie al 1, descanso en el siguiente, tacada del 3 al 7. Seis de siete para el californiano al que, para que no le faltara nada, favoreció una salida en falso de
A partir de ahí, cada cual se atuvo a lo suyo.
Ayer llevó bien la tarea. Fue ajustando sus sensaciones y ya comenzó su cuenta encarnada en el hoyo 2.
Acababa de ponerse en marcha un día con luces y alguna zona sombría. Quedó claro que Rahm no quería saber nada del agua. Ya tuvo bastante los días previos. Cada vez que entró en juego, lejos, sin rubor. Se gastan dos putts para hacer el par y a por el siguiente muñeco. El riesgo lo asumió atacando tramos como si no hubiera un mañana y las zapatillas llenas de arena explican que no siempre se salió con la suya. En el 11 y 12 mereció comodines y sumó el último en el 17.
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