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Es el periodista referencia en España de todo lo que se refiere al 'football' y la NFL. La de este año será su quinta Super Bowl en directo (décima en total), trabajando tanto para el podcast '100 yardas', como para la plataforma DAZN y la propia liga norteamericana. Todo un bagaje profesional que permite a Iker Sagasti (San Sebastián, 1981) hablar no sólo del plano deportivo del partido entre los Kansas City Chiefs y los Filadelfia Eagles, sino también del futuro de un deporte que está abriéndose a todos los países y continentes.
– ¿Qué tal Nueva Orleans?
– Un poco abrumado porque está peor de lo que pensaba. El centro de la ciudad, Bourbon Street, el barrio francés, Canal Street, está recuperado del todo, precioso. Es una zona turística espectacular. Pero en cuanto te sales de ahí, te das cuenta de que Nueva Orleans no se ha recuperado del Katrina –el huracán que arrasó toda la zona en 2005–. Todavía hay casas semidestruidas y sucias, tienes una sensación de ciudad herida, devastada... Los suburbios, las afueras, me han dejado un poco tocado.
– El Nochevieja hubo un atentado en la ciudad.
– Hemos estado en el lugar exacto del atentado, donde han colocado una especie de altar con quince cruces por los quince fallecidos. Es el único lugar de Bourbon Street donde hay un silencio total. Te mueves 20 metros más y es todo fiesta. Te llama mucho la atención.
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– ¿Hay mucha seguridad?
– Sí, sí. En cada cruce del centro hay una barricada con un grupo de entre cuatro y seis militares con las ametralladoras preparadas y tanquetas. Es curioso porque ves a gente borracha y fumando marihuana, y al lado los militares sin hacer nada. En la semana de la Super Bowl, la ciudad recibe cientos de miles, quizá un millón de visitantes, y no se puede permitir de ninguna manera que pase nada.
– Es su quinta Super Bowl trabajando in situ allí. ¿Aún siente un cosquilleo especial?
– Sí y no. Durante la semana tengo una sensación de hábito. Digamos que las luces no te deslumbran tanto, a tu lado pasan superestrellas y las puedes saludar y ya no te impresionan tanto. Pero eso cambia el día del partido. El domingo sigues teniendo esa sensación extraña en el estómago.
– ¿Sigue funcionando todo en la NFL como un reloj?
– Sigue siendo impecable. Las facilidades que nos proporcionan a los periodistas son muy buenas. Tanto la organización como los jugadores son muy conscientes de que tratar bien a la prensa extranjera en un momento de expansión de la liga es muy bueno para el negocio.
–Igual igual que la Liga, la UEFA...
– Están a años luz, tanto la propia organización a la hora de ponerte facilidades como los jugadores a la hora de atenderte. De verdad, no tiene absolutamente nada que ver. Tienen mucho que aprender.
– En otoño la NFL desembarcará en España con un partido oficial en el Santiago Bernabéu. ¿Cree que ayudará a impulsar la afición por el 'football'?
– Ese partido va a ser decisivo. Va a suponer un antes y un después, estoy seguro. Hace dos años parecía algo muy lejano y ya está aquí. Y el crecimiento no va a parar.
– ¿Así que no va a ser un mero evento en el que cierta gente vaya a hacerse la foto sin entender lo que pasa en el campo?
– Yo he sido parte de ese proceso (el de traer un partido a Madrid) y te aseguro que la condición sine qua non de la NFL para desembarcar en España era que querían venir para más de un año. Se lo dejó claro al Real Madrid y a las autoridades involucradas. Te garantizo que esto no va a ser 'Bienvenido, Mr. Marshall', con los coches pasando rápido mientras saludan los parroquianos del pueblo. No, no. La NFL llega para desarrollar un proyecto.
– Se especula con la opción de Barcelona.
– Yo no cierro la puerta a que a medio plazo, entre cinco y diez años, se juegue un partido de la NFL en Euskadi. No lo descarto. No es imposible.
– ¿Ha estado ya en el Superdome, el estado donde se juega el partido?
– Sí, y es curioso. Es un estadio de 1975 y lo ves por fuera y es faraónico pero vetusto y viejo. Parece la nave espacial de 'Independence Day'. Pero por dentro es realmente espectacular, abrumador. Te deja con la boca abierta porque es muy grande.
– Hablemos del partido. ¿En qué tendrán que fijarse los que se acerquen por primera vez al 'football'?
– Tienen que poner los ojos en dos jugadores. El número 15 de los que van de blanco con pantalones rojos, es decir, en Patrick Mahomes, que es el Michael Jordan de la NFL. Y por otro lado, el número 26 de los que van de verde, que es Saquon Barkley.
– El mejor corredor de la liga.
– A ver cómo lo explico. Es como si en el fútbol europeo los extremos hubieran dejado de tener importancia y de repente la hayan recuperado gracias a un solo jugador. Pues eso es lo que ha hecho Barkley con la posición de running back, que había perdido relevancia y este año la han recuperado.
– Así que las claves del partido estarán relacionadas con ellos dos.
– Sí, por un lado, cuando defiendan los Chiefs, deberán eliminar el juego de carrera de los Eagles, es decir, a Barkley, y presionar a su quarterback. Jalen Hurts es un jugador muy efectivo cuando no está presionado, pero es uno de los peores de la liga cuando le llega la presión. Por lo tanto, la fórmula es muy clara para los Chiefs: eliminar la carrera y presionar a Herz. En el caso de Filadelfia, está muy claro: lograr maniatar a Mahomes, que no marque el ritmo y esté incómodo todo el partido.
– ¿Que sea la misma final que hace dos años influye en algo?
– Más en lo emocional que en lo deportivo, sobre todo para Filadelfia. Es el tema revancha después de aquella derrota. Y para los Chiefs, no es jugar contra Filadelfia, es jugar contra la historia y la posibilidad de ser el primer equipo en lograr tres Super Bowls seguidas.
– ¿Qué resultado ve?
– Ganan los Chiefs por una anotación en un partido que no pasa de los 50 puntos.
– ¿Qué volvieran a ganar los Chiefs y se conviertan en una dinastía como los Patriots de Brady es bueno para la NFL?
– Que hagan historia sí es bueno para la liga porque es relevante, es una marca histórica y eso influye positivamente. Lo que es negativo es que se pierda una de sus grandes virtudes de esta competición, que es la imprevisibilidad y la igualdad entre todos los equipos. La solución a eso es que el resto de equipos sean capaces de elevar el nivel para que cuando llegue la hora de la verdad encuentren la manera de superarlos. Los Chiefs son los Bulls de Jordan y hasta que llegue alguien y los derrote van a seguir mandando.
– ¿Qué espera del espectáculo del descanso de Kendrick Lamar?
– Kendrick Lamar no es internacionalmente alguien tan popular como en Estados Unidos. Creo que para la cultura negra afroamericana va a ser un concierto canónico y grandioso. Pero debe ser capaz de trascender eso y llegar a un público al que normalmente él no apela. A esos es a los que tiene que dejar con la boca abierta.
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