La caída a los infiernos del Club Balonmano Barakaldo

Los tiempos han cambiado mucho para el Club Balonmano Barakaldo. Durante sus 45 años de historia, la entidad fabril puede presumir de ser indudablemente uno de los mayores referentes del balonmano en Bizkaia, con épocas gloriosas en las que incluso compitió en la élite nacional. Atrás queda ya su primera experiencia en Asobal, hace casi tres décadas. En esa máxima categoría estatal se mantuvo durante seis temporadas, compitiendo codo con codo frente a los mejores equipos del país, en unos años dorados que vieron su fin en 2004, con el descenso a la entonces denominada División de Honor B.

En estos últimos veinte años, la situación ha dado un giro de 180 grados para la entidad baracaldesa. Su nueva realidad económica le obligó a apretarse el cinturón y afrontar varias reestructuraciones de plantilla, que , la mayoría de las veces, trajeron consigo peores resultados. No obstante, el Club Balonmano Barakaldo se agarró a ese segundo peldaño con uñas y dientes durante un total de once temporadas. Sin embargo, los recortes presupuestarios se sucedieron hasta que, en la temporada 2014/2015, fue imposible resistir y el equipo cayó a Primera Nacional, pese a que en el curso anterior habían disputado el play-off de ascenso. La propia página web del club apunta que «este descenso supuso que el Barakaldo tocara fondo. El equipo atravesaba una crisis económica y de dirección, y la afición había abandonado el barco. Los asuntos pendientes se amontonaban en la agenda del club, y la generación de recursos se presentaba más difícil que nunca».

En esta Primera Nacional se han mantenido los baracaldeses desde aquel entonces hasta ahora atravesando distintos vaivenes. La situación económica del club no ha mejorado, por lo que el club se ha olvidado de fichajes y se ha enfocado en reforzar la cantera. De hecho, la totalidad de los jugadores de su plantilla son vizcaínos y, muchos de ellos, salidos de categorías inferiores. Es decir, se encuentra en un momento de absoluta transformación. Sin embargo, ninguno de todos los contratiempos que ha vivido en esta última etapa hacía presagiar que llegarían al punto actual. El Club Balonmano Barakaldo es el penúltimo clasificado de su grupo al cosechar seis triunfos, un empate y 22 derrotas, que se traducen en trece puntos. Una campaña para olvidar de los fabriles, ya que estos números significan también su descenso virtual a Liga Vasca.

Según las bases de competición, descienden dos equipos de cada grupo. Aunque debido al abandono de Club Amigos del Balonmano Cartagena, anclado en el grupo E, la Federación decretó que se salvaría el mejor penúltimo. Esto podría haber sido un clave al que agarrarse, pero parece imposible también alcanzar dicha cota. Por el momento, quien ostenta ese privilegio es el Tejina con 15 puntos y una diferencia de 47 goles respecto al Barakaldo, lo que le convierte en prácticamente inalcanzable a falta de una jornada liguera. Además, los auriazules tienen también por delante a Molins -14 puntos- y San Francisco de Asís Mijas -13 puntos y siete goles encajados menos-.

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