El emotivo abrazo de Álvaro Martín con su entrenador tras ganar el bronce: «Lo hemos conseguido»

Los Juegos Olímpicos son una de esas citas que nos dejan momentos para la historia del deporte. Pero son mucho más que eso. Y es que más allá del brillo de las medallas, detrás de cada victoria atlética hay una historia humana que habla de esfuerzo, sacrificio y, sobre todo, de mucha emoción. Así nos lo ha recordado Álvaro Martín, el ahora medallista olímpico en 20 kilométros marcha, que tras hacerse con el bronce ha protagonizado junto a su entrenador, José Antonio Carrillo, uno de los momentos más emotivos de estos juegos.

Tan significativo como el abrazo han sido las palabras que se han dedicado mutuamente, que nos hablan de dos grandes profesionales, pero también de las dos grandes personas detrás de esta victoria.

José Antonio Carrillo, un histórico técnico, ataviado con su sombrero habitual para las grandes citas, no pudo contener las lágrimas tras ver a su pupilo hacerse con la medalla para España: «Para mí sois todos hijos míos. Tú lo has conseguido y estoy agradecido a Dios, que te puso en mi camino», le decía a Álvaro Martín justo antes de que se le quebrara la voz mientras ambos se abrazaban. A lo que el atleta le respondió: «Lo hemos sufrido. Con todas las putadas que te he gastado estas semanas para quemar los nervios y la tensión».

Siete años han tenido que pasar para que este entrenador de marcha viera llegar a uno de sus alumnos al podio. Carrillo ha estado presente en todos los Juegos Olímpicos excepto en Sídney 2000. Ha estado cerca del podio en tres ocasiones, con Juanma Molina, Miguel Ángel López y Álvaro Martín, quien fue cuarto en Tokio 2020. Finalmente, ha tenido que ser en París, con la imponente Torre Eiffel como testigo, donde Carrillo ha conseguido hacerse con una medalla olímpica. Y es que en estos Juegos Olímpicos, ellos, los entrenadores, también ganan.

José Antonio Carrillo es conocido por ser un entrenador meticuloso que se inició en la marcha por azar, y por tener una promesa que ya puede cumplir y que le inspiró la mítica película 'Carros de fuego'. Ya puede emular al personaje de Sam Mussabini, que rompió su sombrero cuando su atleta fue oro olímpico en París 1924.

Tan solo unos minutos después de la victoria, Carrillo lo contaba así a los micrófonos de la cadena Cope, notablemente emocionado y con lágrimas en los ojos: «Mi sombrero de paja lo rompo hoy como en la película 'Carros de Fuego'. Esta vez sí lo voy a romper, ya era hora. El bronce me sabe a gloria». El ciezano parece haber roto por fin el maleficio olímpico después de ver a sus atletas subir al podio en siete Mundiales y Europeos.

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