Rahm: «Si Cristiano sí, ¿por qué yo no?»
El vizcaíno explica los motivos de su marcha al LIV Golf, un atractivo circuito con suculentos premios, torneos más cortos y deportivos alicientes a los jugadores
«En cada decisión que creo que tomamos en la vida, habrá alguien que esté de acuerdo y le guste y alguien a quien no. ... Tomé esta decisión porque creo que es lo mejor para mí y mi familia, y todas las personas con las que he podido hablar me han apoyado mucho. Así que me siento muy cómodo con mi decisión», ha manifestado Jon Rahm en sus primeras declaraciones tras confirmarse su entrada en la superliga sustentada con fondos saudíes LIV Golf.
El de Barrika es consciente de que su marcha de los circuitos tradicionales ha significado una conmoción en el golf mundial y que tendrá repercusiones mediáticas. Según el medio especializado 'Tengolf', el jugador percibiría 300 millones de dólares por los cinco años de contrato.-«No soy ajeno a escuchar algunas cosas negativas en las redes sociales o en medios de comunicación, así que es parte de lo que es. Somos figuras públicas, pero simplemente aprendemos a lidiar con eso, ¿verdad? Ciertamente no será así. Definir quién soy o cambiar quién soy, así que creo que con la experiencia aprendes a lidiar un poco mejor con la negatividad», ha dicho el campeón del Masters de Augusta.
«Yo he tomado mi decisión, pero si Cristiano, Benzema o Neymar sí, ¿por qué yo no?». Jon Rahm lanzó esta pregunta al aire en la rueda de prensa que ofreció para dar a conocer su acuerdo con el LIV Golf, el supercircuito auspiciado por Arabia Saudí, un país, como se le recórdó al golfista, acusado de violar los derechos humanos. «No voy a mentir y decir que el dinero no ha sido una de las causas por las que me voy a incorporar al LIV», reconoció. «Cuando supe la cantidad pensé, 'bien hablemos'».
Pertenecer a un equipo
Aunque también hay otros motivos, explicó: «Me gusta como está avanzando el LIV en el golf en estos dos últimos años. La principal razón ha sido la sensación de poder pertenecer a un equipo». Incluso buscó una cierta similitud con su amado Athletic: «En mi caso, además que crecí en Bilbao, ese sentimiento se agudiza por la política de cantera de un equipo de fútbol. También la posibilidad de hacer más grande el golf jugando en países a los que nunca hemos acudido».
Rahm entiende «que hay gente que no esté muy contenta, pero mi ética de trabajo no cambia. Quiero seguir persiguiendo cosas y tener siempre la sensación de estar creando historia. Y mi objetivo es seguir persiguiendo récords. Afortunadamente el Masters casi podré jugarlo de por vida, el US Open hasta 2031 y los otros dos por lo menos cinco años más», apostilló respecto al peligro de quedarse fuera de los Majors.
Y respecto a la Ryder Cup, el riesgo de no jugarla «pesó, no hay duda. Pero deseo que esa parte se pueda llegar a un acuerdo y seguir jugando más ediciones». «Jon estará en Bethpage en 2025 (escenario de la Ryder Cup), por lo que, debido a esta decisión, el Tour Europeo tendrá que reescribir las reglas de elegibilidad para la Ryder Cup», dijo el norilandés Rory McIlroy, número dos mundial y defensor de los circuitos tradicionales. «No hay absolutamente ninguna duda al respecto. Quiero a Jon Rahm en el próximo equipo de la Ryder Cup». McIlroy también expresó su preocupación por el futuro del golf al señalar que «básicamente te estás canibalizando a ti mismo como deporte, algo así como lo que ha hecho el boxeo con todas las diferentes organizaciones y algunos otros deportes también»
En riesgo también podrían estar en París 2024, aunque tiene un margen de puntos grande. «No sé si me dará o no. Yo espero que sí porque me fastidió mucho perderme la cita de Tokio por el covid. Y si no, espero que se dé una situación en el futuro que permita a todos los mejores jugadores del mundo pelear por la medalla de oro».
Sobre el mutismo que ha presidido estas semanas su decisión, el de Barrika explicó que «se tuvo que llevar muy en secreto. Incluso a mis padres se lo tuve que contar mucho más tarde de lo que me hubiese gustado. Pero sé que mis amigos, que muchos de ellos se van a enterar hoy, lo entenderán».
I am proud to join @livgolf_league and be part of something new that is bringing growth to the sport. I have no doubt that this is a great opportunity for me and my family and am very excited for the future. pic.twitter.com/myf4isJgJ3
— Jon Rahm Rodriguez (@JonRahmpga) December 7, 2023
Rahm había resumido todo esto en un tuit en la red social X poco ante de su comparecencia: «Estoy orgulloso de unirme al LIV golf league y ser parte de algo nuevo que está aportando crecimiento al deporte. No tengo dudas de que esta es una gran oportunidad para mí y mi familia y estoy muy emocionado por el futuro».
Un circuito seductor
Irrumpió en el golf tradicional como un huracán inesperado y se llevó a una parte de los mejores jugadores del mundo ya en su primera temporada, en 2022. El LIV Golf Invitational Series es una competición sustentada por el fondo de inversión público de Arabia Saudí que pretende superar en todos los órdenes a los circuitos tradicionales de Estados Unidos (PGA Tour) y de Europa (DP World Tour). Para lograr ese objetivo, pone como reclamo jugosas bolsas de premios y la eliminación de los cortes en todos los torneos.
En primer lugar, su principal imán son las recompensas a los participantes. En cada uno de los torneos LIV (el próximo año serán 14, uno de ellos en Valderrama), se reparten 25 millones de dólares en premios, con 4 para el vencedor. Hay gratificaciones hasta para el último (120.000 dólares para el 48º). En el PGA se distribuyen 20 millones en el mejor de los casos.
Además de las retribuciones individuales, 5 de los 25 millones se reservan para los tres mejores de la competición por equipos, otra de las grandes novedades del circuito árabe. En cada cita del LIV, los 48 jugadores se dividen en doce cuartetos que pugnan por un primer premio de 3 millones de dólares (750.000 para cada miembro), mientras que el segundo está dotado con 1,5 millones y el tercero, con medio millón. La clasificación se establece sumando por las puntuaciones de los miembros de cada equipo, que está identificado con un logotipo, un nombre y unos colores propios.
Al final de curso aún quedan bonificaciones muy suculentas. El golfista más regular de la temporada, con el menor número de golpes en el circuito, obtendrá 18 millones adicionales. El 'anónimo' Talor Gooch lo ganó en octubre y se convirtió en el golfista mejor pagado del año en el mundo (33 millones en total). Dustin Johnson, ex número uno del ranking internacional, fue el campeón de 2022 y consiguió más de 35 millones. Por si fuera poco, se disputa una final entre los equipos con una bolsa en premios de 50 millones, de los que 14 se embolsará el cuarteto vencedor. Cada equipo tiene un capitán -Sergio García, Dustin Johnson, Bryson Dechambeau y Brooks Koepka han desempeñado este cargo-, que es propietario del 25% de su grupo. Cada grupo también tiene derecho a disponer de su propio patrocinador, acuerdos comerciales e imagen.
Contratos personales
A estas cuantiosas cifras podrían añadirse los contratos que el fondo saudí puede cerrar de manera personal con las figuras del golf para atraerlas a su circuito. En círculos especializados se cree que Dustin Johnson firmó por 125 millones para dejar el PGA Tour y el legendario Phil Mickelson, dueños de seis 'majors', lo hizo por 200. Según la revista 'Forbes', Jonhson fue el sexto deportista del mundo con más ingresos en el último año (107 millones) y Mickelson el séptimo (106). Ahora, Rahm cobrará alrededor de 550 millones.
El otro atractivo importante del campeonato saudí es la supresión de los cortes después de las dos primeras rondas, como ocurre en las campeonatos convencionales y 'majors'. En los eventos organizados por el LIV, en cambio, sólo se completan tres recorridos al campo, no cuatro, y no queda apeado ningún golfista. Todos tienen asegurada su presencia en el torneo hasta el final. Precisamente se llama LIV (54 en números romanos) en alusión a los 54 hoyos de las tres rondas de un torneo. Sin difusión por las televisiones ni grandes patrocinadores, los petrodólares han logrado que su nómina de jugadores del LIV aumenten sus ganancias de forma exponencial y han puesto patas arriba los circuitos históricos de golf.
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