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Rahm cambia el chip a tiempo

Rahm cambia el chip a tiempo

Tras no lograr premio a su gran juego largo en los primeros nueve hoyos reventó las costuras al campo en el tramo de regreso a la casa club

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Viernes, 23 de octubre 2020

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Algo cambió en su interior. A tiempo. Jon Rahm pasó en Sherwood de ver cuestionada su confianza al no sacar recompensa alguna de su gran juego largo en el tramo de ida del viernes, con su putter inerte, sin pilas, negándolo todo por lo que trabajaba bien desde el tee.

Hacía mucho que no percibía estar tocado por un soplo de justicia divina, si es que algo así puede existir en el deporte. Razones para esa convicción no le faltaban. En los primeros nueve hoyos había hecho pleno de calles, sólo había fallado un green, y sólo dio en el clavo del segundo par 5, porque

Reaccionó a gastar media jornada sin alterar el -4 con que había partido con la firme decisión de seguir confiando en su pericia desde el tee y dejarse de rodeos para apuntar a trapo en cada aproximación a bandera. Fue casi escandalosa su osadía. Trapo que adivinaba -lo que no le costaba demasiado porque seguía con un tino inhabitual con el drive- bola que acercaba. E

Fue como si en una habitación en penumbra acertara con el interruptor. Un eagle que le permitió verlo todo no más claro, sino con la seguridad de que los pasos que estaba dando eran los correctos. Porque ver que no metes una y de reojo comprobar en los paneles que los líderes se ponen morados, es

Era el caso de un Justin Thomas estelar, brutal. Había llegado a la antesala del liderato la víspera con dos birdies y un eagle en los tres hoyos finales y siguió donde lo había dejado. Facturó cuatro de sus primeros cinco hoyos al punto de que entre los nueves segundos hoyos del jueves y los primeros de ayer aspira a cerrar una tarjeta simbólica de 59 golpes, lo que no consiguió por uno. Menos mal que Rahm sólo veía el resultado de cada hoyo y no el modus operandi del líder.

Quiso el destino que el camino de ambos se alterara casi a la vez. Thomas fue perdiendo impulso para acabar con el par en sus seis últimas banderas y Rahm, al contrario, se veía arriba tras el chute de fe inoculado con el citado eagle. Repitió muesca, ya simple, en el siguiente par 5, rozó otro birdie en el 14, lo facturó en el par 3 del 15 y remató no perdonando el 16 pese a que fue e

De verse descolgado en el ecuador del día a reducir a la mitad exacta su demora respecto a Justin Thomas. Cinco golpes que entran en el terreno de lo humano, un margen que le da posibilidad al astro de Barrika de maniobrar como lo viene haciendo en California esta semana.

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