Rahm y el PGA Championship, una relación muy tortuosa
El que hoy empieza es el grande que peor se le da al vizcaíno. En 2022 y 2023 se quedó lejos de la cabeza, mientras que el año pasado falló el corte
Diez años de trayectoria en el máximo nivel de un deporte que regala miles de estadísticas sirven para analizar el dispar desempeño de Jon Rahm ... en las cuatro grandes citas del calendario. Rahm se estrenó en 2016 en el US Open en condición amateur con un asombroso vigesimotercer puesto. En su siguiente año, el primero como profesional, le tocó visitar las posiciones más bajas e incluso quedarse fuera de su primer corte en el Abierto de Estados Unidos.
En sus 33 apariciones por los majors el vizcaíno solo se ha quedado fuera del fin de semana en cinco ocasiones, las mismas en las que ha quedado en algún cajón del podio, con dos títulos (US Open 2021 y Masters 2023) incluidos. En trece de ellos, más de uno de cada tres, ha finalizado entre los diez primeros de la clasificación. Un registro extraordinario que habla por sí solo de su regularidad, por más que sus últimas actuaciones hayan estado quizá por debajo de sus expectativas.
Salvo en contadas excepciones, sus resultados en las grandes citas comparten el hecho de que en una de ellas Rahm no termina de encontrarse cómodo. Se trata del inmediato PGA Championship que comienza hoy. El de Barrika juega a partir de las 14 horas, mientras que mañana lo hará a las 19.25, ambos horarios en la España peninsular, seis menos en Charlotte. En este torneo logró un brillante cuarto puesto en 2018, con 23 años, uno después de estrenarse en el mismo Quail Hollow de esta edición. En los otros tres majors ha logrado ser uno de los tres mejores en alguna edición. Entre 2020 y 2021 encadenó un decimotercero y octavo, pero desde entonces las cosas no han ido nada bien. Dos malísimos resultados precedieron la debacle de hace un año, cuando en Valhalla (Louisville) rompió una racha de 18 majors consecutivos pasando el corte, la mejor del momento en el circuito.
¿Qué sucede, entonces, para explicar esta tendencia? «Soy consciente de que es donde peor he jugado», lanzó Rahm ante los medios desplazados a la ciudad más poblada de Carolina del Norte (Charlotte ronda el millón de habitantes pero no es la capital, que corresponde a Raleigh). Aunque el vizcaíno aludió a una posible «coincidencia de que no haya jugado bien», desde el conocimiento exhaustivo que posee de los campos trató de encontrar razones. «Quizá se deba a la versatilidad y la variabilidad de este torneo. En Augusta sabes lo que vas a encontrar. Siempre es el mismo campo. En el US Open, nueve de cada diez veces sabes lo que te espera. En el Open (Británico) igual: será más o menos firme, pero sabes qué esperar», añadió.
«En el PGA Championship cambiamos de sede y de configuración de forma drástica. Southern Hills, Quail Hollow, Bethpage… son campos totalmente distintos. Así que puede que sea eso: aquí necesitas un nivel de juego altísimo más que capacidad de adaptación como en los otros tres. Pero bueno, es una especulación», agregó Rahm, que espera por fin hacer clic en su juego. «Estoy muy cerca», aseguró. Rory McIlroy completó en el Masters el Grand Slam. Se le preguntó al de Barrika sobre si sueña con ello: «Me encantaría. No es fácil. Pero ahora mismo prefiero pensar en acumular majors más que en cuáles son. Es decir, si nunca lo logro, prefiero tener seis que solo dos. Quiero centrarme en el número tres. Si es el Open o el PGA, ya me centraré en el Grand Slam. Por ahora, no quiero pensarlo demasiado. Pero sí, es un objetivo».
Dominio estadounidense
Desde 2016 solo hay ganadores estadounidenses en este torneo, la mejor racha americana en los últimos cuarenta años. Desde el triunfo de Jimmy Walker en 2016 hasta el de hace un año de Xander Schauffele los europeos y jugadores del resto del mundo se han estrellado contra los 'yankees'. La gran baza para romper esta dinastía reside en un McIlroy que viene enrachado, rebosante de confianza y que sabe lo que es ganar en Quail Hollow hasta en cuatro ocasiones con sus respectivos triunfos en el Wells Fargo. Además del norirlandés, Rahm sueña con cuatro días mágicos y un título que, además, serviría para completar el Grand Slam español. Rompería así su registro de dos años sin títulos en el PGA Tour, desde que vistió de verde en abril de 2023.
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