Olazabal, Doctor Honoris Causa en St. Andrews

José María Olazabal, doble ganador de la chaqueta verde en Augusta y uno de los jugadores más emblemáticos del equipo europeo en la Ryder Cup, ha sido investido este martes Doctor Honoris Causa por la prestigiosa Universidad de St. Andrews al considerarle un excelente embajador de los mejores valores del deporte, sintetizados en su permanente espíritu de sacrificio para cumplir sus objetivos. «No me lo esperaba para nada», ha declarado muy emocionado.

El profesional de Hondarribia, de 56 años y que ahora disputa el circuito senior, ha recibido el reconocimiento en un acto solemne celebrado en la institución académica escocesa, fundada en 1413 y eje neurálgico de esta localidad que mira al Mar del Norte. Ha compartido protagonismo nada más y nada menos que con Jack Nicklaus, Lee Trevino y Cariona Matthew, a los que el centro de enseñanza superior también ha concedido la misma distinción por su contribución a la expansión de un deporte que en este país es casi una religión.

Fieles a las tradiciones, la ceremonia diseñada por los rectores de St. Andrews respondió al más puro estilo británico con discursos protocolarios, vestimentas representativas de cada facultad y una comitiva ordenada a la perfección que recorrió la calle principal de un municipio entregado. A pocos metros de esta arteria, atestada de público, varios jugadores apuraban su ronda de prácticas en el legendario campo que acoge esta semana el Open, el cuarto 'Major' de la temporada. De fondo, un sonido constante de gaitas mezclado con campanas.

Olazabal no ha podido contener las lágrimas mientras un responsable de la universidad glosaba sus éxitos deportivos y ensalzaba el esfuerzo que le costado conseguirlos. «Cuando ha hablado de mi familia, de lo que he conseguido... Uno echa la vista atrás y piensa 'algo bueno habré hecho». El vencedor en Augusta en 1994 y 1999 ha señalado que también Nicklaus «se ha emocionado mucho» y no ha dudado en asegurar que cambiaría una chaqueta verde por un triunfo en St. Andrews. «Hombre, eso para un golfista es el no va más, el sumun».

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