En el hoyo 14 la Mansión Playboy, en el 4 el casoplón de Lionel Richie, en el...

Es difícil ver las villas de los ricos y famosos pero están ahí, en el fuera de límites de Los Ángeles Country Club

Iván Orio

Enviado especial. Los Ángeles

Viernes, 16 de junio 2023, 11:57

A estas alturas uno ya no sabe si Beverly Hills es tan conocido por los poderosos que viven en él o lo era también antes, ... cuando las villas exclusivas aún no habían empezado a salpicar su paisaje. Es lo del huevo o la gallina pero en versión original de Los Ángeles, mucho más cinematográfica y ensoñadora. Insisto en que buena parte del barrio es bastante más terrenal y reconocible, moviéndose en parámetros de clase media o media-alta y con usos y costumbres muy arraigadas en la sociedad como ir a echar gasolina o a hacer compras en el supermercado. Pero también es cierto que numerosos famosos y famosas que han amasado grandes fortunas han elegido este enclave de la ciudad californiana para alejarse del mundanal ruido parapetados en casoplones 'invisibles' gracias a los gigantescos y elevados muros forestales que los protegen.

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Quién no ha oído hablar alguna vez de la Mansión Playboy, comprada por Hugh Hefner en 1971 al módico precio de 1,2 millones de dólares de los de entonces. Tiene 22 habitaciones y en vida del controvertido editor y empresario, fallecido en 2017 a los 91 años, contaba con una bodega, una sala de juegos, un zoológico, canchas de tenis, jardines, una cascada y una enorme zona de piscina con sauna. Hoy en día es propiedad del multimillonario Daren Metropoulos, que la emplea para actividades corporativas, eventos caritativos y funciones cívicas. Resulta que una parte del terreno de esta casa gigantesca linda con el área del tee del hoyo 14 del campo que acoge este año el Abierto de Estados Unidos. Muchos de los que caen por allí y conocen este dato no pueden reprimir el impulso de tratar de atisbar algo entre la densa vegetación.

Antes de que se lo pregunten, sí, yo también lo he hecho. Me pareció distinguir un ladrillo detrás de una hoja mordisqueda por los insectos. Poca cosa si tenemos en cuenta que la villita ocupa casi dos mil metros cuadrados. Llámenlo cotilleo, impulso o curiosidad. Vale, la curiosidad mató al gato, pero a quién no le pica cuando sabe que detrás de ese muro ocurrieron tantas cosas. El boca a boca es imparable. Y claro, el que ve a alguien asomándose entre la espesura con ojos de explorador pues pregunta. Y cuando le responden que ahí al lado, a un paso, está la Mansión Playboy, pues imita a sus congéneres, como si tuviera superpoderes para que los árboles, las plantas y los arbustos se vuelvan transparentes. Hasta que un aficionado susurra lo suficientemente alto para que todos le escuchen: «Pues en el 4 está la casa de Lionel Richie».

Acabáramos. 'Say yoy, say me', 'We are the world', 'Easy'. El casoplón y la finca del cantante que lo petó en la década de los 80 equivale a un pueblo de no menos de 2.000 habitantes. Y esta villa sí se ve porque hay lomas en el campo de golf –la del hoyo 13 es perfecta– que ganan en altura a la que sirve de acomodo al artista de 74 años. Hay que reconocer que es bonita, con un estilo español adornado con columnas y con un color entre marrón y anaranjado que encaja a la perfección en las colinas que la cobijan. Cómo nos gusta a veces regodearnos en lo inalcanzable, evitar el espejo y apostar por el espejismo, escapar de la realidad en favor de la imaginación. Soñar es gratis. Y aquí estoy, a la espera de que alguien diga que en el hoyo tal o cual está el casoplón de tal o cual... El paseo de la fama en versión US Open. Quién me lo iba a decir.

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