Yaser y Jamal Hamed, los dos futbolistas vizcaínos con nacionalidad palestina que sueñan con jugar en San Mamés
Los dos hermanos, nacidos en Leioa y de padre gazatí, juegan actualmente en el Al-Gharafa de Álvaro Djaló
El partido que la Euskal Selekzioa está tratando de organizar contra Palestina en San Mamés podría conseguir que Yaser y Jamal Hamed crucen sus raíces ... con sus orígenes. Los dos futbolistas nacieron en Bizkaia, pero tienen la nacionalidad palestina. Son hijos de Ahmed, un gazatí que llegó a Bizkaia a mediados de los años 60 para estudiar la carrera de Medicina, y Ana María Mayor, natural de Miranda de Ebro pero que de muy joven se mudó a Leioa, donde nacieron ambos. El mayor, Yaser, sabe bien lo que es ser internacional. Su hermano pequeño todavía no, pero sueña con hacerlo en la Catedral en noviembre. El escenario idílico. Todo queda en manos de que se concrete el amistoso y, posteriormente, de la lista que decida el seleccionador Ihab Abu Jazar.
Ahora juegan en Arabia Saudí y comparten vestuario del Al-Gharafa con Álvaro Djaló, cedido en Qatar por el Athletic, y el exmadridista Joselu. Son dos futbolistas conocidos en el fútbol base de Bizkaia. Canterano del Athletic durante cinco años, Yaser (27 años) abandonó Lezama y terminó su formación en el Romo y el Arenas hasta dar el salto al Santurtzi de Tercera. Este defensa central después defendería las camisetas del Leioa y Portugalete antes de poner rumbo a Baréin en 2020. Con experiencia posterior en la élite de Egipto, Kuwait e India, ahora vive otra nueva aventura en Qatar.
Con la selección palestina debutó en 2019 de dulce: marcando el gol de la victoria contra Yemen. Ya suma más de 30 partidos oficiales y cinco goles. Preguntado por un hipotético amistoso que se podría hacer realidad, el zaguero reconocía en agosto a 'El Periódico' que «jugar 45 minutos con cada equipo y además en San Mamés sería mi sueño. Sería algo muy gordo. Sería algo para toda la vida. Mi padre siempre me habla de lo bonita que es Gaza y de que le gustaría volver algún día. Ahora es imposible, pero siempre me habla maravillas de Gaza y de lo bonita que era. Aquí tiene una huerta con tomates y pimientos. Para él lo es todo, su vida. Es una de esas cosas pequeñas que le sirven para poder asemejar la vida que tenía ahí. Me cuenta que allí tenía una huerta con 120 naranjos», recordaba el futbolista en dicho medio.
Su hermano Jamal, cinco años más joven, juega como delantero y pasó por el Leioa y del Arenas hasta recalar en Qatar hace tres años. Primero, en el Muaither y después en el Al-Gharafa, con el que ha alzado la Copa del Emir (la Copa del Rey catarí) y comparte vestuario con su hermano desde febrero. Todavía no ha debutado con la selección palestina y San Mamés podría ser el escenario ideal para entrar por primera vez en convocatoria.
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