Ayer por la mañana se celebró la primera sesión del juicio. Manu Cecilio

La víctima señala a los dos hinchas del PSG: «Fueron ellos los que me dieron la paliza, estoy seguro»

La Fiscalía pide 5 y 8 años de prisión por un delito de lesiones, que la acusación eleva a 13 y 16

Olatz Hernández

Jueves, 28 de junio 2018, 16:26

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Había quedado con sus amigos para ir a ver el Athletic-Paris Saint Germain el 29 de septiembre de 2011, cuando lo sorprendieron los hinchas de la escuadra rival. La víctima de mayor gravedad de los altercados de aquella tarde declaró en la segunda sesión de este juicio. D.G. sufrió un traumatismo craneoencefálico, una hemorragia cerebral y una fractura doble de clavícula, lesiones que borraron su memoria por espacio de un año. Este jueves no le tembló el pulso al señalar a dos de los acusados ante el tribunal: «Fueron ellos los que me dieron la paliza, estoy seguro», afirmó.

Diez testigos declararon en el juicio, que instruye la Audiencia Provincial de Bizkaia. En esta ocasión, solo tres de los ocho acusados se sentaron en el banquillo, ya que los otros cinco habían llegado a un acuerdo con el Ministerio Fiscal. Entre los otros tres, L.R. y P.E.L. cargan con las mayores penas por la paliza que propinaron a un hombre de 34 años y que le han dejado importantes secuelas. La Fiscalía les imputa un delito de lesiones, por el que pide 5 y 8 años de prisión respectivamente, penas que la acusación particular eleva a 16 y 13 años, además de una indemnización de 304.165 euros.

Los hechos tuvieron lugar sobre las seis de aquella tarde. «Estaba sentado en la terraza de un bar cuando vi un tumulto de gente», explicó la víctima. Un grupo de hinchas galos se acercaba por la acera haciendo ruido y lanzando mesas y sillas por los aires. «Un hombre de raza negra se quedó mirándome y empezó a seguirme». D.G. intentó huir hasta que estuvo «acorralado» por otro individuo. «El hombre negro me lanzó un objeto que me dio en la cabeza, el otro una silla que conseguí esquivar. Fue entonces cuando el primero me agarró por los hombros y me propinó un rodillazo en la mandíbula».

Todo ocurrió en un lapso de apenas diez o quince segundos, que acabaron con la víctima en el suelo e inconsciente. D.G. necesitó un año de terapia médica para lograr recordar lo vivido y las caras de los agresores. «Recuerdo sus rostros y lo que llevaban puesto, después me enseñaron las fotos y los identifiqué», aseguró.

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Ertzaina agredido

Dos vídeos grabados por testigos registraron la agresión, pero de lejos. En ellos se aprecia a dos individuos: uno de raza negra, vestido con bermudas claras y camisa negra con dos equis; y a otro, con camiseta blanca, que lanza una silla metálica y después huye. Fotograma a fotograma, la víctima fue señalando su posición y la de los agresores, que coincidía con su versión de los hechos. «No había visto ninguno de los vídeos antes de hacer la declaración», respondió a preguntas de la defensa.

Un agente de la Ertzaintza también resultó herido en el enfrentamiento entre las dos aficiones. El agente, de la unidad de antidisturbios, se puso delante de uno de los hinchas galos cuando este le lanzó una silla metálica. «Me dio en la cabeza y recibí tres puntos de sutura», declaró el ertzaina. Él y su compañero siguieron al agresor hasta alcanzarlo en San Mamés. «No le perdimos de vista en ningún momento. Estoy completamente seguro de que detuvimos al agresor». En el momento del arresto, el individuo se puso violento y su camiseta, negra y con dos equis, acabó rota. Este viernes se celebrará la última sesión del juicio que quedará visto para sentencia.

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