La UEFA expulsa a la Juventus de la Conference League

En invierno de 2021, el mundo del fútbol volvió a fijar su mirada en Turín por razones extradeportivas. Un nuevo escándalo salpicaba al club turinés, triste protagonista de otros casos de corrupción que han afectado al fútbol italiano; el más famosos de ellos el 'Calciopoli', que provocó el descenso a segunda división del conjunto bianconero. En este caso, la fiscalía turinesa investigaba las cuentas de la Juventus porque sospechaba de posibles fichajes inflados, que servían para cuadrar las cuentas del club y ajustarse a los requerimientos económicos de la UEFA. En primera instancia, el 15 de abril de 2022, la Audiencia Nacional Federal absolvió a todos los directivos implicados por «no existir un método objetivo para establecer el valor de un futbolista».

Lo que se ha conocido como 'Caso Plusvalías' es una maniobra utilizada por la Juventus y otros equipos italianos para inflar el precio de venta de los futbolistas y conseguir así un beneficio ficticio que permitía cuadrar las cuentas. El error de los investigadores fue precisamente utilizar el portal Transfermarkt como forma de medir el valor de los jugadores, algo que fue rechazado por los jueces con el veredicto citado anteriormente. Sin embargo, conversaciones interceptadas a los directivos del club bianconero revelaban que habían utilizado esta estrategia de forma abusiva, siendo el ejemplo más evidente el intercambio con el Barcelona de Arthur Melo y Miralem Pjanic. El brasileño llegó a Turín a cambio de 72 millones mientras que el bosnio aterrizó en la Ciudad Condal por 60, una operación cerrada antes del 1 de julio con el claro objetivo de cuadrar las cuentas de ambos conjuntos.

El revés de los jueces no fue suficiente para el fiscal turinés Giuseppe Chiné, que decidió reabrir el caso en octubre del 2022, con nuevas pruebas que permitían acusar a la Juventus de varios delitos. Poco después la junta del club con Andrea Agnelli a la cabeza dimitió en bloque, en un intento de tratar que las acusaciones contra ellos no salpicaran a la institución. No fue así, y en enero de 2023 el tribunal de apelación de la FIGC establecía una sanción de 15 puntos para la Juventus, que le dejaba fuera de competición europea en aquel momento.

Esa sanción fue congelada durante varias semanas tras la apelación del club bianconero y finalmente establecida en diez puntos, una cifra que supuso que la Juventus pasara de un teórico cuarto puesto a la séptima posición, sellando su clasificación para la Conference. Conscientes de la más que posible sanción de la UEFA, la nueva directiva turinesa ha obrado con inteligencia. Los ingresos que produce la Conference son nimios en comparación con los de la Champions; además, el esfuerzo extra que supone jugar en Europa puede restar opciones a los turineses de clasificar para la máxima competición continental por la vía liguera. Por tanto, la Juventus llegó a un acuerdo con la UEFA para no apelar la posible sanción y que no afectase a una posible clasificación para la Champions la temporada que viene.

La sanción también es económica; veinte millones deberá pagar el club piamontés, una cifra que podrá reducirse a diez en caso de que respeten las leyes de sostenibilidad financiera durante las dos próximas temporadas. El gran beneficiado es la Fiorentina, que acabó en el octavo puesto, fuera de Europa, pero que ahora será nuevo equipo de Conference, competición en la que alcanzó la final el curso pasado cayendo ante el West Ham. La Juventus, por su parte, centrará sus esfuerzos en cuadrar sus cuentas (la falta de ingresos les obliga a vender jugadores importantes) y al mismo tiempo formar una plantilla competitiva con la que alcanzar los cuatro primeros puestos de la tabla y disputar la Champions League 24-25.

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