El Barakaldo supera al Santutxu en un duelo frenético

El Barakaldo logra tres puntos de oro a costa del Santutxu en un duelo frenético vivido en Mallona (2-1). Es la primera vez que los fabriles encarrilan dos victorias consecutivas esta temporada y ya ven de cerca a los equipos punteros de la categoría. Ya suman trece puntos en las primeras ocho jornadas ligueras. El partido era todo un reto. El cuadro rojillo estaba invicto en Mallona, donde todos los años establece un fortín. La primera parte fue un monólogo de los gualdinegros, pero la entrada de Urko Vera al descanso, revolucionó el choque, le comió la tostada a los zagueros y logró reducir la ventaja. No fue suficiente y los de la Margen Izquierda se salieron con la suya.

Apenas dos días tuvieron ambos conjuntos para preparar este choque, ya que su último compromiso fue el pasado sábado. Por lo tanto, los técnicos se vieron obligados a cambiar varias piezas en sus onces iniciales. Marquitos presentó cinco modificaciones respecto al empate que cosechó el sábado frente al Deusto (1-1). Nando Alonso fue más comedido y tan solo realizó tres cambios desde que lograra la contundente victoria ante el Urduliz en Lasesarre (4-0). Ante el arranque fulgurante de los bilbaínos, fueron los de la Margen Izquierda los que pronto impusieron su ley en un campo tan complicado como es Mallona.

El Santutxu comenzó cumpliendo su guion característico. Los rojillos emplearon su juego directo para ganar metros y llegar a área contraria en varias ocasiones durante los primeros compases. Asimismo, provocaron varias acciones a balón parado a favor donde suelen ser muy efectivos. No les bastó para provocar peligro real. Sin embargo, el Barakaldo hizo daño en la primera jugada que trenzó en ataque. David Nates recibió en banda derecha y en carrera colgó un gran centro para que rematara con su pierna izquierda Guillermo hasta el fondo de las redes. Buena conexión entre los dos ex jugadores del Urduliz que supuso el primero de los fabriles cuando apenas habían transcurrido cinco minutos de juego.

El cuadro gualdinegro hizo una gran demostración de efectividad y en la siguiente oportunidad que tuvieron, tampoco fallaron. Fue en un saque des esquina botado por Ekaitz Fernández que cabeceó a la perfección Juaristi desde el segundo palo para ampliar la renta cuando justo se había cumplido el primer cuarto de hora. El cuadro local quedaba muy tocado. Los pupilos de Marquitos únicamente encontraban puerta contraria con el balón parado, aunque no incomodaron en exceso a su rival. Vellisca pudo hacer el tercero con un gran disparo desde fuera del área que detuvo sin excesivos problemas Lozano. Transcurridos los primeros 25 minutos de juego, ocurrió algo muy inusual en el fútbol. Ambos porteros pidieron el cambio por lesión.

Los últimos minutos del primer tiempo fueron constantes balones por arriba, evacuando cualquier atisbo de peligro por parte de las dos partes. Ninguno estuvo cerca de cambiar el resultado al descanso. De cara a la segunda mitad, Marquitos no se lo pensó y sacó a toda la artillería como son Jonfi y Urko Vera. Los planes le salieron a la perfección al técnico bilbaíno y el ex delantero del Athletic fue una auténtica pesadilla para los fabriles. Le buscaron constantemente por arriba y ganó prácticamente todos los duelos que pugnó. No solo eso, sino que, al cumplirse la hora de partido, recortó distancias con un gran testarazo que superó la línea muy justo. El linier tuvo que pitar el gol ante las dudas del colegiado.

El Santutxu dio la vuelta a la situación y fue muy superior en el segundo tiempo. Daba la impresión de que en cualquier momento podían firmar las tablas. A punto estuvo de hacerlo Txakartegi a los 71 minutos. El extremo finalizó una buena combinación de los rojillos, pero no estuvo acertado y se fue a escasos centímetros del palo. Urko Vera fue mermando a los defensores de rojillos tanto en el aspecto físico como, sobre todo, en el psicológico. Forzó faltas y tarjetas, dio oxígeno a los suyos y supuso un quebradero de cabeza para los gualdinegros. El conjunto fabril aguantó el bombardeo y logró un triunfo de mucho mérito.

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