La Roja despega hacia la Eurocopa
España anula a Haaland, domina a Noruega con un ejercicio de fútbol solidario y logra la victoria en Oslo con un gol de Gavi que le da el billete directo para Alemania'24
España estará en la Eurocopa 2024 que no verá al noruego Erling Haaland. La Roja tejió una red defensiva que empequeñeció al delantero del City, ... ganó en Oslo con un embarullado gol de Gavi, se mostró como un equipo solidario y bien construido y certificó su clasificación para la Euro de Alemania. Ya es líder del grupo, empatada con Escocia y con mejor gol average. Le quedan dos partidos, ante Chipre (fuera) y Georgia (en casa). Tiene asegurado uno de los dos primeros puestos, los que dan acceso directo a una fase final en la que estará también Escocia y que no verá a Noruega, eliminada. Luis de la Fuente se anota su segundo éxito con la selección absoluta tras el triunfo en la Liga de Naciones. El mecanismo y la piezas que ha elegido funcionan. El motor de La Roja coge temperatura.
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Y eso que Gavi y Fabián salieron al campo con guantes. ¿Era frío o era que España tiritaba sólo de pensar en el duelo con Haaland, ese tallo con arquitectura de jugador de balonmano que fabrica goles a dentelladas? Hacía frío, unos cinco grados en Oslo. Y también asustaba el delantero noruego. Tener enfrente a Haaland es para ponerse a temblar. Es alto, ancho, fuerte, salta como un resorte, desenfunda en un santiamén y, para colmo, tiene el instinto de los elegidos: suele adivinar dónde va a caer el balón. Luis de la Fuente le colocó dos sombras, Le Normand, que se cargó enseguida con una tarjeta, y Laporte. El seleccionador, además, mandó a otros como Carvajal, Fran García y Gavi echar una mano al dúo de centrales en el inicio de las jugadas. Todos contra el coloso noruego, la brújula de su selección.
La Roja ya es un equipo reconocible. Simón, Le Normand, Laporte, Gavi, Rodri y Morata son fijos. De la Fuente les añadió tres novedades, Fran García, el acertado Fabián y Ansu Fati, que tiene sólo 20 años y llevaba casi tres sin ser titular. Las lesiones han apagado su erupción. Apenas tuvo influencia en el partido. España, hoy, es Rodri. El centrocampista el City baraja el juego, cubre campo, corrige errores ajenos y hasta dispara desde lejos cuando a la selección se le acaban las ristras de pases.
Contra el frío, La Roja, que iba de azul, puso control. Como siempre, se quedó con la pelota. Era la mejor manera de olvidar el miedo a Haaland. Había que evitar que una pérdida de balón activara la estampida del noruego. Y así, con el partido bien agarrado, llegó el gol, el gol anulado por la ambición desmedida de Morata. Era el minuto 20. Carvajal envió un pase blando, flotante, al área nórdica. Inofensivo. Pero el central Strandberg la desvió hacia su portería. El balón botaba ya sin remisión hacia la red cuando apareció Morata para, casi sobre la raya, empujarlo. Es la naturaleza del delantero. Como si no pudiera evitarlo. Lo malo para España es que había partido de una posición de fuera de juego. Si no toca el esférico, el gol habría valido. Lo tocó. Y lo anuló el VAR.
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El mismo videoarbitraje le dio luego, en el inicio de la segunda mitad, el 0-1 a España, pero antes del descanso Haaland malgastó en el área pequeña un regalo de Fran García. Laporte tapó su remate. El gigante rubio se echó las manos a su coleta. No suele fallar en circunstancias así. De la Fuente dejó en el vestuario a Le Normand. Puso la venda antes de la herida. No quería que le amonestaran otra vez en su intenso combate con Haaland. El técnico recurrió a David García. Le cargó con esa misión. Y sacó también a Oyarzabal por Fati. Pronto llegó el gol.
Entran Sancet y Pedraza
A veces se saca oro de un barullo. Eso pasó en la reanudación. Remató Ferrán a la pierna de Morata, situado en una posición dudosa. El rechace le cayó a Gavi, que disparó cuando Morata estaba en fuera de juego aunque sin intervenir en la acción. El balón entró. ¿Gol? La decisión del VAR tardó cuatro minutos. Sí que hacía frío en Oslo. Noruega se quedó helada. Ese resultado era el final de su viaje. Gavi, en cambio, lo celebró con ganas, protegido de la helada por sus guantes.
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El equipo nórdico recurrió a otro gigante, Sorloth, y a un chaval de 18 años que culebrea con el balón pegado a los pies como si fuera la bola de un preso, Nusa. Ahí, De la Fuente enseñó su cintura. Se adaptó. Metió en el campo a un lateral, el debutante Pedraza, por Ferrán para proteger la banda zurda. Y dio aire en la zona media con Sancet. La Roja formó una coraza. Todos se cubrían. Solidarios. David García y Laporte mantenían su pelea con Haaland, que tuvo una ocasión y que se encontró con Unai Simón. Carvajal, bien apoyado siempre, podía con el hábil Nusa, demasiado bisoño aún. Noruega ni siquiera forzaba saques de esquina. Tan altos y sin juego aéreo. En Oslo sólo voló España, que despegó directa hacia Alemania 2024.
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