El Barakaldo, un paso más cerca de cerrar el segundo puesto

Adentrados ya en el tramo final de esta Segunda Federación, muchos equipos ya no sólo prestan atención a hacer sus deberes, sino que también están pendientes a lo que hacen sus rivales. Con el Bilbao Athletic habiendo certificado el liderato y el consecuente ascenso a Primera Federación, para el Barakaldo, esta era una jornada de estar atento al transmisor. En caso de vencer su encuentro ante el Deportivo Alavés B y que la UD Logroñés no hiciera lo propio frente al Gernika, blindarían la segunda plaza, que otorga mayores beneficios en el play-off de ascenso. Finalmente, ambos vencieron ambos compromisos, lo que significa un paso más de los fabriles para cerrar esa segunda posición, aunque necesitan sumar dos puntos más en los últimos dos envites para certificarla matemáticamente.

Por mucho que la UD Logroñés estuviera jugando una hora antes en Urbieta, el complicado duelo que entrañaban los fabriles les obligaba a focalizar toda su atención en tratar de sacar los tres puntos. Delante tenían a un Deportivo Alavés B plagado de jóvenes prometedores como Unai Ropero, máximo goleador de toda la Segunda Federación con 19 dianas, Julen Jon Guerrero, hijo del mito rojiblanco incorporado en enero desde la Roma, y otros como Víctor Parada, Selu Diallo o José de León, que esta temporada han disfrutado de minutos en el primer equipo, ya sea en Primera División o Copa del Rey. Aunque el también Barakaldo tiene muchos argumentos para pensar que podían alzarse con la victoria. Es por ello que también se trataba de un partido atractivo para el espectador, por lo que Lasesarre presentó un gran ambiente en sus gradas.

El choque no pudo empezar de mejor forma para los locales. Había transcurrido poco más de un minuto de juego cuando Endika Buján puso por delante a los suyos, finalizando una buena jugada combinativa. El joven extremo pudo armar su pie izquierdo en una situación complicada y la trayectoria de su disparo se desvió debido a que tocó en un defensor. Eso fue lo suficiente para despistar a Adriá Rodríguez, a quién se le resbaló el balón hasta entrar en su portería. Sin embargo, la felicidad le duro muy poco al cuadro gualdinegro. Únicamente, siete minutos después, Maroan Sannadi finalizó un buen contraataque del filial babazorro tras un buen pase de Diallo para volver a establecer las tablas. Protagonismo en los goles de dos futbolistas seguidos muy de cerca desde Lezama. En el caso de Buján, ya incorporado para la próxima temporada, militará en el Bilbao Athletic.

A partir de ese momento, se calmaron las aguas en el aspecto goleador, aunque no faltó muchísima intensidad y ritmo de juego por parte de ambas escuadras. El conjunto local fue más mandón, llevando el peso del encuentro y gozando de varios acercamientos reseñables, pero sin poner en aprietos finalmente a Adriá Rodríguez. Los albiazules cerraban filas en su propio campo, siendo muy sólidos, y salían rápido al contraataque. Cada vez que tenían metros para correr, entrañaban mucho peligro. Entonces parecía que el partido se iría con empate en el marcador al descanso. No obstante, Ander Laka se encargó de que no fuera así anotando el 2-1 tras un grave error en la salida de balón de Keller, que le regaló el esférico en el interior del área. El mediapunta definió a las mil maravillas después de hacerse con la pelota. El susto lo protagonizó Sannadi, marcando gol en fuera de juego justo antes de que fueran camino a vestuarios.

El inicio de la segunda parte también llegó con una gran noticia bajo el brazo para el Barakaldo. Sólo habían concurrido tres minutos cuando una bonita pared entre Orozko y Oier López terminó con el primer de ellos batiendo al guardameta rival al tirarse en sarna para llegar al balón. El triunfo baracaldés estaba muy encaminado. Con un resultado tan favorable, ya no les hacía falta ser tan incisivos en ataque. Por lo tanto, se dedicaron a minimizar riesgos y controlar el encuentro a su antojo, sin que el Deportivo Alavés B apenas se aproximara con peligro a su área. Mientras, los de Imanol de la Sota, con esa cultura de ir «a fuego», sí dispuso de alguna acción para poder incluso ampliar aun más su ventaja. En cambio, fueron los vitorianos quiénes redujeron distancias en el tramo final por medio de Gagua, avivando más el choque, pero sin evitar la victoria de los gualdinegros.

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