Al Barakaldo se le complica el ascenso

El Barakaldo sufrió un duro tropiezo en su visita a tierras alicantinas. Al conjunto fabril, que sólo sabía lo que era perder dos encuentros -ambos contra el Bilbao Athletic- de los últimos 75 que había disputado, le tocó esta vez, tanto tiempo después, volver a probar el amargo sabor de la derrota, en una cita tan trascendental como lo es una final del play-off de ascenso a Primera Federación. Lo cierto es que sus opciones de subir al tercer peldaño nacional se reducen tras perder por 3-1 frente al Orihuela en el Estadio Municipal de los Arcos. Ahora se encomiendan a la fortaleza que han hecho de Lasesarre para obrar la remontada, lo que sería una auténtica gesta.

El combinado gualdinegro salió enchufado al terreno de juego. Lograba robar con cierta facilidad y armar rápido las transiciones. Es decir, podía realizar el juego con el que se siente más cómodo. Sin embargo, le faltó cierta brillantez en los metros finales, que junto a la gran solidez defensiva que mostraron los pupilos de Sergi Guilló, se tradujo en que no pusieran apenas en aprietos a Aitor Arias, quién sí tuvo trabajo para sacar un buen disparo de Pablo Santiago cuando sólo habían transcurrido seis minutos de juego. Lo cierto es que el inicio de los baracaldeses fue muy alentador. No obstante, pronto todo se fue al traste.

En el primer ataque de los locales, antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de choque, a Juanma García le cayó un rechace en el área y armó el disparo para superar a Tena y estrenar el marcador. Un tanto que cambiaría por completo la tesitura del partido. El Orihuela junto líneas, se dedicó a defender su ventaja y comenzó a mostrar el oficio que tiene con constantes pérdidas de tiempo y faltas psicológicas. Sabían controlar los tiempos del partido y frenar en seco el alto ritmo que suele imponer el Barakaldo, desesperándoles. Para más inri, antes del descanso, Revilla puso más tierra de por medio rematando de cabeza en boca de gol otro centro desde la banda derecha, un lado donde Hamza Bellari hizo mucho daño.

Los pupilos de Imanol de la Sota debían reaccionar en la segunda mitad para evitar un resultado tan adverso. De nuevo volvieron a ser valientes, llevaron la batuta del choque con la portería contraria siempre entre ceja y ceja, pero les seguía faltando precisión cuando pisaba el área. En esta tesitura, Endika Buján recortó distancias con un tanto desde el borde del área que fue un auténtico halo de esperanza. Por desgracia, esa luz se apagó de inmediato, ya que el Orihuela dio un nuevo golpe en la siguiente jugada, trenzando una jugada asociativa que empujó a la red Revilla. La falta de contundencia defensiva volvía a condenar a los gualdinegros, quiénes se suelen mostrar muy sólidos en esta faceta.

Pese a que para muchos equipos, ese pueda ser un golpe muy difícil de asimilar, los fabriles no bajaron los brazos. Siguieron intentándolo, como hicieron durante todo el partido, mostrando una actitud sobresaliente ante las circunstancias adversas. Pablo Santiago pudo establecer el 3-2 con un disparo que finalmente se estrelló en el travesaño. Cortezón también gozó de una buena oportunidad, con una volea a portería vacía que se le marchó alta. El Orihuela dispuso de alguna acción reseñable al contraataque, aunque su labor se ciñó a defender una importante ventaja de cara al partido de vuelta, en el que Lasesarre será una caldera para tratar que los suyos asciendan de manera heroica.

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