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Exterior del polideportivo Mikel Trueba de Santurtzi.
El directivo del Santurtzi Basket acusado de agredir a un árbitro desmiente tajantemente los hechos

El directivo del Santurtzi Basket acusado de agredir a un árbitro desmiente tajantemente los hechos

El director deportivo tomará acciones legales, al igual que el club, y apunta a una antigua rencilla del colegiado como motivo para «buscar hacer daño»

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Lunes, 19 de noviembre 2018, 19:36

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«Desolados». Así es como reconocen estar en el seno del Club Baloncesto Santurtzi por toda la repercusión que ha tenido una supuesta agresión ocurrida este sábado por parte de un directivo de la entidad marinera al colegiado del choque que les enfrentó al Mondragón en la liga EBA. Una información que horas después saltó a los medios y llegó a ser condenada por la Federación Española de Baloncesto y la Asociación de Árbitros. «Es todo mentira», declararon a este periódico, justo antes de enviar un comunicado oficial.

En dicho escrito remarcan que condenan «cualquier acto agresivo siempre que sea cierto» y anuncian que emprenderán las medidas legales que consideren oportunas. También reflejan la falsedad de otra aseveración hecha por el arbitro de ese partido, Paul Urbano, cuando aseguraba haber sufrido insultos de la presidenta del club vizcaíno. «Es totalmente imposible y demostrable porque abandonó la cancha al inicio del tercer tiempo, cuando el Santurtzi iba ganando».

El propio acusado de la supuesta agresión, Imanol Martínez, quien lleva como entrenador casi cuatro décadas y como director deportivo de la entidad morada unos 15 años, también asegura que presentará por su cuenta una denuncia por falso testimonio. Además, y hasta que todo se solucione, cesará en sus funciones en el Santurtzi. «Me aparto porque no se me puede utilizar de ariete para ir contra el club. Llevamos 32 años sin ningún problema, con una historia ejemplar, y de golpe y porrazo nos encontramos con esta situación que nos supera. No tenemos notificación oficial de la federación de ese supuesto hecho, y sin embargo alguien se ha encargado de filtrarlo con mala fe».

Y es que Martínez señala que todo esto viene ya de atrás. «Hace unos 7 o 8 años fichamos a un jugador del equipo del que este tío era entrenador y desde entonces se ha dedicado sistemáticamente a provocarnos cada vez que nos arbitra, en cualquier categoría. Ahora ha encontrado con esto la manera de hacernos daño, sabiendo que es su palabra contra la nuestra, pero que una vez que esto sale se ensucia nuestra imagen». El directivo reconoce que su «único fallo» estuvo en dirigirse a él verbalmente cuando el partido ya había terminado, fuera del pabellón. «Él estaba en la carretera y yo en la acera, era imposible acercarme más. Le dije: '¿te parece bien lo que has hecho?' '¿Crees que se puede jugar así con el dinero, con la ilusión y con el trabajo de un club humilde?'. Él se rió y yo le dije que encima no hiciera eso, que íbamos a hacer un escrito para que no nos arbitrara más. Contestó algo, pero yo en ningún momento ni siquiera le insulté».

El árbitro, «hundido»

El director deportivo del Santurtzi afirma que fue entonces cuando Paul Urbano «aprovechó la situación de estar solo» para inventarse la agresión. «A mí me dijeron luego que estaba fuera con la policía, pero no le di importancia, yo no había hecho nada. Luego ya me dicen que si ha ido al hospital a por un parte de lesiones, pero no sé cómo se lo han podido dar si no tenía ninguna». En este punto Martínez es cuando se muestra aún más contundente. «No puede tener ni una sola marca, salvo que se las haya hecho él. Ya he hablado con el presidente de la federación y le he dicho que quede con él y compruebe que no tiene ni un simple rasguño».

Por su parte, el colegiado declaró a este periódico sentirse «anímicamente hundido y dolido por ver cómo pueden jugar con la verdad y no reconocer un acto tan vejatorio y tan duro, trasladando a la sociedad el todo vale por proteger a una persona». Urbano, que reconoce que no tiene secuelas físicas tras el supuesto golpe recibido, declara que no espera «honradez» de alguien que «premeditadamente» le esperó para agredirle, recalcando que la entidad a la que representa «no se merece esto». «El Santurtzi tiene mucha gente detrás, niños, público, es un club con solera en Bizkaia, el segundo representante de la provincia durante muchos años. Yo no exagero nada. Ellos le podrán intentar quitar importancia de alguna manera, pero no pueden mentir», declaró entre lágrimas.

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