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Fernando Romero
Jueves, 3 de abril 2025, 12:15
A sus veinticinco años, Unai Marino las ha vivido ya de todos los colores en el Amorebieta. Fue parte activa de los dos históricos ascensos ... de los zornotzarras a Segunda División, y también de los dos descensos a Primera Federación. Único superviviente del curso pasado, convertido en un joven veterano, la temporada actual no está yendo como esperaba, dado el cartel de 'favorito' con el que concurrían los azules. Más bien al contrario. Con solo ocho jornadas por delante, el Amorebieta lucha agónicamente por la salvación.
Un inicio complicado, una reacción a medias, una fortaleza en Urritxe que se disipa en los partidos lejos de casa… la cuestión es que el margen de maniobra cada vez es menor. «En un abrir y cerrar de ojos, ya estamos en el tramo más importante de la temporada. Queda nada, mes y medio. Y cada partido es una final», indica Marino. Más allá de la situación en la que se encuentra el equipo, el capitán de los azules sostiene que «aunque siempre te acuerdas de los últimos puntos que te dejas, nos tenemos que centrar en el día a día, en el partido que nos toca cada fin de semana para intentar dar la cara y conseguir esas victorias».
En este punto, el meta de Ondarroa destaca que el ambiente del vestuario «es positivo». «Yo veo que la gente tiene hambre y tiene ganas de que lleguen los partidos, de plantar cara al rival que nos toque y de hacer las cosas bien», sostiene. Como ejemplo, pone la imagen que ofrecieron los azules durante una hora en Segovia: «No es fácil, sobre todo en la situación en la que estamos, jugar como jugamos el otro día fuera de casa. El empate final fue una pena».
Una tercera igualada consecutiva que diluía buena parte de las opciones que tenían los azules de salir a flote, teniendo en cuenta que dos de ellas se produjeron en Urritxe. «Cuando juegas dos partidos en casa, sabes que es un momento importante para el equipo para dar ese salto clasificatorio, pero también anímico. Teníamos una oportunidad que no se dio», lamenta. Aún así, pragmático, Unai Marino prefiere «pasar página, aprender de los errores o del porqué no hemos sido capaces de ganar y seguir trabajando».
Es en este punto cuando el capitán de la nave zornotzarra aprovecha para arengar a los suyos, tanto dentro como fuera de la caseta. «Hay que seguir adelante, seguir perseverando pase lo que pase, en todo momento, en cada situación de la temporada, en cada situación de partido. No vamos a tirar la toalla, menos ahora, que quedan ocho finales», lanza.
«Venimos jugando finales desde diciembre o enero. Juegas con presión desde el momento en el que te metes en el pozo, pero nos hemos acostumbrado a ella y el equipo no lo refleja en su juego porque intenta ser protagonista», reflexiona. «El equipo está dando la cara y la presión está ahí, pero también hay que jugar con cabeza», señala, con la vista puesta en el duelo de este domingo ante la Real Sociedad B. «Es un partido muy importante para nosotros aquí en casa. Si conseguimos los tres puntos, sí que tendremos opciones», comenta esperanzado.
Será un encuentro absolutamente clave para el futuro del Amorebieta en el que el apoyo de todos será más que necesario. Desde el club, han puesto a disposición de todas las personas socias una invitación totalmente gratuita para que puedan llevar un acompañante y así llenar Urritxe. También Unai Marino hace un llamamiento a la afición: «Para nosotros no está siendo fácil, pero para ellos tampoco. Pero todos juntos podremos conseguirlo».
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