El Sestao River suma un importante punto en el fortín del Nàstic

El Sestao River redondea la semana de su resurgimiento con un importante empate en el Nou Estadi (0-0), un escenario donde el Gimnàstic de Tarragona continúa invicto. El panorama de los verdinegros no era para nada alentador, con un total de ocho bajas por lesión que les impedía incluso completar la convocatoria, pero tiraron de garra, corazón y agotaron todas sus fuerzas para sumar un punto que mejora aún más una situación clasificatoria que hace dos semanas era mucho más trágica. En estos últimos dos partidos, han sumado la mitad de los ocho puntos que disponen actualmente, por lo que se encuentran a cinco puntos de los puestos que otorgan la permanencia.

El comienzo no fue nada esperanzador. El Nàstic necesitaba muy poco para hacer daño a los sestaotarras, que sufrían mucho con un simple balón a la espalda. Así llegó la primera ocasión del encuentro a los diez minutos de juego, donde Pablo Martínez pudo poner a los suyos por delante, de no ser porque Sergi Puig le tapó perfectamente el espacio y no le dejó chutar con comodidad. En ese mismo córner, Jon Guruzeta salvó sobre la línea de gol un cabezazo del propio Pablo Martínez que ya parecía colarse dentro. Después de este primer tramo complicado, todo se igualó mucho, sin haber apenas acercamientos a ninguna de las áreas.

En la primera parte, lo único reseñable por parte del Sestao River fue un buen contraataque conducido por Aranzabe, uno de los jugadores más activos de los verdinegros, quién intentó un pase de la muerte a Leandro que cortó Trigueros. En cuanto al cuadro local, tuvo un remate de cabeza de Pablo Martínez que fue a las manos de Sergi Puig y otro testarazo de Trigueros que se marchó alto. Después de un primer tiempo muy igualado, Jaume Jardí erró una clara oportunidad para poner por delante a los tarraconenses, rematando alto una falta lateral desde el área pequeña. Luego las aguas se volvieron a calmar de nuevo.

El Nàstic era quién tenía más balón y lo jugaba constantemente en campo contrario ante unos sestaotarras agazapados protegiendo su propia área. Lo intentaba mucho el equipo local con constantes centros, pero la escuadra de la Margen Izquierda estuvo férrea en ese sentido, sin atravesar excesivos aprietos. Mientras, todas sus opciones pasaban por armar rápidos contraataques cuando su rival estaba volcado en zona ofensiva. Tampoco provocó mucho peligro. En el tramo final, antiguos fantasmas parecían aparecérseles a los verdinegros con un error de entendimiento entre los centrales que dejó solo a Marc Fernández ante Puig, a quién recortó quedándose a puerta vacía. En ese momento, apareció Gaizka Martínez para tirarse contra el balón y evitar que el disparo de su rival supusiera una nueva cruel derrota in extremis. Una acción que vale un punto.

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