Remontada épica del Sestao River en el derbi

Desde el principio del choque, se podía palpar la tensión que hay intrínseca en este derbi y también todo lo que había en juego para los dos equipos. Había mucho respeto, mucha brega y muchas disputas al límite, así como poco riesgo en cada acción, poca fluidez del juego y menos ocasiones para abrir el marcador. Más allá de haber una rivalidad histórica entre ambos, había que tener en cuenta que el Barakaldo buscaba abandonar una racha de cinco partidos consecutivos sin ganar, sellar definitivamente su continuidad en Primera Federación y aproximarse a los puestos de play-off. Mientras, los tres puntos eran vitales para un Sestao River que llegaba a Lasesarre estando a tres puntos de la permanencia.

Pese a que en los primeros compases del juego no hubo acciones que hicieran levantarse al respetable de sus asientos o atisbos de que alguno de estas dos escuadras pudieran adelantarse, el esfuerzo, el sacrificio y la lucha por ganar cada duelo fueron innegociables. No obstante, nadie era capaz de dar un paso adelante e imponerse al rival para ejercer un dominio patente. La igualdad fue la tónica dominante durante prácticamente toda la primera parte. Hubo tramos en que cada uno de los equipos fue algo mejor, pero sin grandes destellos. En el primer cuarto de hora de encuentro, dispuso de más balón el Barakaldo y, en los siguientes quince minutos, mayormente llevó la batuta el Sestao River.

Los porteros fueron meros espectadores de lo que acontecía en el verde. No tuvieron que realizar ninguna intervención en todo el primer tiempo. Hubo que esperar al minuto 23 para que hubiese la primera opción de estrenar el marcador. Aymane Jelbat arrancó desde campo propio, desde su posición de lateral izquierdo, y con su característica potencia y exuberancia física, fue ganando metros en una carrera espectacular, hasta que se adentró en área contraria. Ahí no supo finalizar con la misma claridad de un delantero y la zaga verdinegra pudo extinguir el peligro. Los sestaotarras tuvieron la suya en una rápida transición en la que Diego Aznar definió desviado, cuando corría el minuto 41.

Acto seguido de esa acción de los verdinegros, un Unai Buján que no había estado muy acertado en alguna que otra jugada anterior, se rehizo de la mejor manera posible. El extremo de 24 años se hizo con la pelota, la condujo hasta la frontal del área contraria y, desde ahí, encontró el hueco para armar un disparo excelente, tan potente como bien colocado y quitó las telarañas de la escuadra de la portería que defendía Iago Herrerín. Un gol antes del descanso, con el impacto psicológico que podía tener, y que servía para que el baracaldés estrenara su cuenta anotadora en el equipo de su pueblo. Ha tenido que esperar, pero no pudo elegir mejor momento.

A la salida del túnel de vestuarios, el Barakaldo regresó mejor plantado. Incluso dispuso de varias oportunidades para poner más tierra de por medio. Nada más comenzar la segunda mitad, Pablo Santiago pudo hacerlo con un disparo cruzado en una posición algo esquinada que se perdió rozando el palo izquierdo. Dos minutos después, lo intentó Álex Valiño con un tiro a la media vuelta que se fue alto. Pronto las fuerzas se volvieron a igualar. Además, el Sestao River supo aprovechar la primera ocasión de la que gozó. Un error de marca de la zaga baracaldesa permitió a Diego Aznar adentrarse en el área y superar a Unai Pérez con un disparo imparable. Es la octava diana esta campaña en liga del máximo artillero de los verdinegros.

De este modo, se volvió a establecer el empate en una segunda parte mucho más viva que la primera, que el espectador neutral pudo disfrutar mucho más. Las áreas se visitaban con mucha más frecuencia y los atacantes se salían con la suya en multitud de ocasiones. En el minuto 67, Leandro pudo darle la vuelta al marcador en un uno contra uno que se marchó a córner después de que un defensor torpedeara por detrás al atacante cántabro. Aquí empezó un carrusel de ocasiones en ambas porterías. Luis Bilbao respondió con un testarazo que se perdió muy cerca del poste derecho. Luego Bustillo dejó solo a Aznar, pero Unai Pérez se interpuso con una parada salvadora. Los gualdinegros volvieron a la carga con un nuevo remate de cabeza con mucho peligro de Molina.

Aunque la locura se desataría en el tramo final. En el minuto 80, Aymane Jelbat se elevó más que nadie en un córner y remató de cabeza de forma inapelable para establecer el 2-1. En vistas de lo que faltaba de partido, parecía que podía ser definitivo. Sin embargo, la alegría les duró muy poco a los gualdinegros. Solo cuatro minutos después, una falta lateral botada por Asier Córdoba encontró en el segundo palo la testa de un Relu que había entrado al campo solo tres minutos antes. No sería el único golpe que encajarían los baracaldeses. En la última jugada del partido, Borja García se metió en propia el 2-3 para que el Sestao River se hiciera con este derbi del hierro. El éxtasis invadió a los sestaotarras.