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Nuevo episodio de violencia en el fútbol. El Comité de Árbitros de Álava ha denunciado a través de sus redes sociales la «lamentable situación» que tuvo que vivir un colegiado durante un partido este pasado fin de semana en Vitoria. Varias patrullas de la Policía Local tuvieron que intervenir a la finalización del encuentro que enfrentó el sábado en La Vitoriana al Mariturrikoak y Ariznabarra de División de Honor juvenil para escoltar al árbitro.
Según ha podido saber EL CORREO por parte de varios testigos, todo se desencadenó a la conclusión del partido. «El portero local se volvió loco y fue corriendo a por el árbitro como si le fuese a pegar. Le dijo que le iba a matar». El guardameta fue expulsado, como recoge el acta. Previamente, ya fue amonestado en los instantes finales de un partido que, tal y como apuntan los presentes, «se desarrolló con total normalidad».
El Comité de árbitros explica en su escrito que el colegiado fue objeto de una «agresión verbal» y que «estuvo a punto de convertirse en física». «Incluso se llegaron a escuchar amenazas de muerte», corroboran. Y censuran la actitud del «agresor» que tuvo que ser separado «por sus proprios compañeros». «Intervinieron a tiempo para frenar lo que podría haber sido un desenlace mucho más grave».
Ante estos hechos, una persona del público solicitó la presencia de la policía. «Se personaron varias patrullas de la Policía Local en los dos accesos al campo», apuntan varios espectadores. Algunos futbolistas y miembros del cuerpo técnico de ambos clubes actuaron para proteger al colegiado y retener al futbolista.
Desde el colegio de árbitros elogian la «perfecta actitud del árbitro, manteniendo la calma y mostrando profesionalidad». «Condenamos estos hechos aislados. Dejaremos que el Comité de Competición actúe para castigar lo ocurrido», señalan desde el Comité.
Por su parte, desde la Federación Alavesa de Fútbol también «denunciamos lo ocurrido. Estamos indignados por que tras meses tranquilos se dé una situación como esta». Y ponen en manos del Comité de Competición la posibles sanciones hacia el jugador. Asimismo, ambos estamentos ponen en valor la actitud del resto de compañeros, así como miembros del club local para salvaguardar al árbitro en todo momento.
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