LaLiga denunciará ante la Fiscalía de Menores al aficionado que metió un dedo en el culo a Ocampos

El fútbol español vivió anoche en Vallecas un episodio insólito del que no existen precedentes. Al menos, desde que las televisiones instalaron decenas de cámaras en cada esquina de los estadios. Un joven trató de introducir su dedo en el ano del jugador del Sevilla Lucas Ocampos. Corría el minuto 32 de partido, cuando éste se acercó a la grada para recoger el balón y sacar de banda. Las estrechas medidas de Vallecas facilitaron que la separación entre el aficionado y el profesional fuese mínima.

Fue en ese momento cuando se produjo la agresión. El joven, al que se identifica perfectamente en las imágenes de televisión, alarga uno de sus dedos con la intención de insertarlo en el cuerpo del jugador del Sevilla. Tras el gesto del chaval, Ocampos se giró para encararse con él y sus acompañantes, un grupo de jóvenes. El árbitro acudió al delegado de campo para pedirle que calmara el ambiente.

El colegiado del partido, el extremeño Hernández Maeso, triste protagonista del Real Madrid-Almería, dejó constancia de lo sucedido en el acta: «En el minuto 32, Lucas Ocampos se disponía a realizar un saque de banda y un espectador situado en primera fila le tocó la zona del glúteo. El hecho se puso en conocimiento del delegado del Rayo». Sin embargo, el aficionado y los dos que le acompañaban no fueron expulsados del campo.

Tras el pitido final, la polémica fue a más. Ocampos explotó ante los periodistas: «Ojalá que LaLiga lo tome con seriedad, como toma el racismo. Siempre hay un tonto. Si esto ocurre en el fútbol femenino, sabemos qué puede pasar. Que tomen represalias y que un tonto no manche a la afición».

En rueda de prensa, su entrenador, Quique Sánchez Flores tampoco se quedó atrás: «Hay que preguntarse qué ocurre. Me preocupa mucho y resulta peligroso que haya mentes dispersas yendo a los estadios y haciendo daño al fútbol. Ojalá esto no se vuelva a repetir».

El último actor en aparecer en escena fue el Sevilla que, con el objetivo de defender la integridad de su jugador, emitió un duro comunicado: «El Sevilla FC espera que se tomen las medidas oportunas que tipifica el reglamento para que no se vuelvan a repetir comportamientos así en un campo de fútbol, y así se lo ha trasladado a LaLiga. Estos gestos y comportamientos no se deberían permitir en nuestra competición si aspiramos a ser la mejor liga del mundo». LaLiga va a atender la petición del club y va a denunciar ante la Fiscalía de Menores el «gesto obsceno» sufrido por su jugador. La Policía Nacional tiene identificado al joven responsable de ese feo gesto.

Aunque el Sevilla logró la victoria, el tema en las tertulias deportivas no era otro que la agresión a Ocampos. El debate se enturbió cuando el Rayo entró a valorar la acción. Quizás el comentario más desafortunado fue el del delantero Sergio Camello, que le quitó hierro a la agresión afirmando que en Argentina -país de Ocampos- «las cosas seguramente serán peores». Después, y ya a la salida del estadio, se vio obligado a matizar sus palabras cuando las cámaras de 'El Chiringuito' le preguntaron por sus anteriores declaraciones: «Me refería a que en Argentina el fútbol es más canchero... Esto es una niñatada, entiendo a Ocampos».

El presidente de la entidad vallecana también habló en el programa de Josep Pedrerol sobre lo ocurrido. Aunque afirmó que si este aficionado es socio «será sancionado», dejó claro que «el Rayo Vallecano no tiene ninguna responsabilidad». Fue un mensaje directo al Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol, que deberá decidir si los hechos son sancionables.

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