El milagro de Jordania en la Copa Asia: ¡jugará la final!

El rio Jordán es uno de los lugares más importantes de la Biblia, allí donde Jesucristo fue bautizado y donde tienen lugar varios milagros a lo largo del texto cristiano. Durante los 215 kilómetros que recorre, desde su nacimiento en el Monte Hermón hasta su desembocadura en el mar muerto, el Jordán marca la frontera entre Israel, primero y Cisjordania, después, con Jordania, que debe su nombre precisamente al río. En las últimas semanas, el país ha vivido una exaltación constante con los triunfos de su selección, pero lo sucedido en las semifinales solo puede considerarse un milagro. Jordania se cargó a Corea del Sur, la gran favorita entre las cuatro selecciones supervivientes, y se coló en la gran final de la Copa Asia, en la que se medirá a la anfitriona, Catar.

Jordania es un país nacido tras la primera guerra mundial, cuando las potencias vencedoras, Inglaterra y Francia, tuvieron que rediseñar el mapa de toda la zona árabe que había sido dominada durante siglos por el Imperio Otomano. Winston Churchill, por aquel entonces secretario de estado para las colonias, fue el líder de aquel proyecto, en el que los ingleses debían contentar a aquellos árabes notables que les habían apoyado durante la guerra. Al emir Faysal se le ofreció el trono de Irak, y para su hijo Abd Allah crearon el reino de Jordania. Las malas lenguas insinúan que el futuro primer ministro británico se hallaba ebrio cuando trazó la frontera entre Jordania y Arabia Saudí, repleta de bordes irregulares, aunque el motivo del trazado obedece a cuestiones geopolíticas y la anécdota sobre Churchill parece ser apócrifa.

En cuanto a su selección de futbol, Jordania no participó en ninguna de las ediciones de la Copa Asia celebradas desde 1956 hasta 2004. Tampoco lo ha hecho en ninguna Mundial. Lo más cerca que estuvo fue en 2013, cuando disputó y perdió la repesca ante Uruguay. En cuanto a la competición asiática ha sido un participante habitual durante el siglo XXI, aunque nunca había pasado de los cuartos de final, un logro menor si tenemos en cuenta que hasta el 2019 se pasaba a esa ronda directamente desde la fase de grupos. Jordania llegó a Catar con las esperanzas puestas en Mousa Al-Tamari, jugador del Montpellier que está destacando en la Ligue 1 y que se ha convertido en el primer futbolista de su país en jugar y marcar en la competición francesa.

De hecho, Al-Tamari es el único jugador de la selección que milita en un club europeo, todos los demás lo hacen en su liga local o en países cercanos como Catar y Arabia Saudí, lo que da aún más mérito a su gesta. Jordania superó la primera ronda como una de las mejores terceras, tras golear a Malasia, empatar contra Corea del Sur y perder ante Baréin. En octavos superó una dura eliminatoria frente a Irak, que se había postulado como una de las favoritas tras su impecable fase de grupos, con dos agónicos goles en el descuento, y en cuartos venció por la mínima a la sorprendente Tayikistán.

Las semifinales depararon un nuevo duelo ante Corea del Sur. Con Japón eliminada, los coreanos eran los grandes favoritos para alzarse con el trofeo, principalmente por su temible frente de ataque compuesto por Heung Min-Son (Tottenham), Hee-Chan Hwang (Wolves) y Kang-In Lee (PSG). Los jordanos dominaron la primera mitad, aunque no lograron abrir el marcador y sufrieron momentos de agobio, como cuando Son estrelló un balón en la madera. Los goles llegaron tras la reanudación y en ambos, fue decisivo Al-Tamari, que asistió en el primero y marcó el segundo. Corea lo intentó, pero no logró siquiera recortar distancias, gracias a la gran defensa jordana, que se multiplicó para tapar todas las posibles grietas.

El arbitró decretó el final del encuentro y el milagro se consumó. Jordania jugará por primera vez en su historia una final de la Copa Asia. Su rival será Catar, que superó a Irán en un partido muy disputado y repleto de alternativas. Se adelantaron los iraníes, pero Catar remontó antes del descanso. Tras la reanudación los persas pusieron de nuevo las tablas, y el partido estuvo igualado el resto de la segunda mitad hasta que Catar anotó el tercer y definitivo gol poco antes del final. Los cataríes anfitriones y vigentes campeones, son claramente favoritos, pero enfrente tienen a una selección que se ha acostumbrado a hacer milagros.

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