El Real Madrid gana la guerra contra los árbitros con la destitución de su cúpula
Louzán acomete la revolución cantada desde que buscó la paz con Florentino Pérez y la FEF prescinde de Medina Cantalejo y Clos Gómez, responsables del CTA y el VAR, respectivamente
El andaluz Luis Medina Cantalejo y el aragonés Clos Gómez ya son solo historia en el arbitraje español tras ser destituidos en sus cargos de ... presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y máximo responsable del VAR, respectivamente. Se trata de la primera gran decisión de Rafael Louzán desde que se convirtió en nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol tras el 'caso Rubiales' y el período de interinidad bajo el gobierno del extremeño Pedro Rocha. También han sido apartados de sus funciones Rubinos Pérez, adjunto a la presidencia, y los vicepresidentes Lizondo Cortés, González Vázquez y Lesma López. Esta revolución supone un gran triunfo de Florentino Pérez en la guerra del Real Madrid con el estamento arbitral desde que estalló el 'caso Negreira y que ahora se cobra grandes víctimas.
Medina Cantalejo deja de dirigir el CTA casi cuatro años después de asumir el puesto para reemplazar al madrileño Velasco Carballo, quien a su vez dio el salto a la UEFA. Además de las presiones del club blanco para forzar sus despidos, con aquella amenaza incluso de no disputar la final de Copa del Rey si no cambiaban a los árbitros designados tras quejarse González Fuertes y De Burgos Bengoetxea de las prácticas de Real Madrid Televisión, es evidente que no existía buen 'feeling' entre Medina Cantalejo y presidente de la FEF.
Desde que el sevillano fue elegido por Rubiales para dirigir el arbitraje, las polémicas no han cesado. Medina esforzó en intentar acabar con los llamados penaltitos, pero al final nadie entendió el criterio de los jueces con las manos y con esos contactos leves o los llamados penaltis residuales en los que a veces entraba el VAR o y en otras no. No pocos técnicos y jugadores se quejaron públicamente de no saber a qué atenerse.
'Caso Negreira'
Durante su mandato, el sevillano ha tenido que hacer frente y soportar la investigación por el escándalo del 'caso Negreira', exvicepresente del CTA en la etapa de Sánchez Arminio investigado por cobrar del Barcelona 8,4 millones mientras ocupaba el cargo. Un escándalo histórico, a día de hoy sin sanción, que golpeó de lleno al arbitraje español pese a que Medina Cantalejo insistió una y otra vez en la defensa de la honorabilidad y limpieza de su colectivo.
El otro gran problema de los responsables arbitrales fue tener al Real Madrid como enemigo en una contienda muy difícil de ganar a largo plazo. A través sobre todo de su canal de televisión, el club blanco pidió programa a programa que la FEF defenestrase a Medina y Clos. Aunque Louzán trató de acercar posturas con Florentino Pérez y lidiar en la batalla para evitar dejar muertos en el camino, no fue posible.
El enfrentamiento del poderoso club blanco con la cúpula arbitral y gran parte de los trencillas no alcanzó ningún momento de tregua. Incluso, los árbitros han creado recientemente un sindicato para defenderse de los ataques de los clubes, con el Madrid a la cabeza. Y es que en los últimos tiempos el CTA intentó denunciar las actuaciones del club blanco, pero sin éxito. A partir de ahora, se abre una nueva era en la que se pretende que el CTA sea más independiente, aunque bajo el paraguas federativo y controlado también por LaLiga.
Ciertamente, Medina Cantalejo no ha sido una persona fácil de manejar. Desde dentro, no se pusieron en duda ni su valía, ni sus conocimientos técnicos, pero sí el trato dispensado y las formas empleadas con los disidentes. Se enfrentó con árbitros que no terminaron bien sus carreras, como el valenciano Mateu Lahoz, que ahora ejerce como comentarista en radio y televisión, o el catalán Estrada Fernández.
«Modelo más moderno»
El próximo 2 de julio, la FEF presentará públicamente la nueva estructura del CTA, «un equipo que asumirá el reto de continuar avanzando en una línea de profesionalidad, rigor y cercanía con todos los estamentos del fútbol», según proclama el organismo que preside Louzán. Su idea es que exista un consejero delegado y a su lado un responsable deportivo, encargados de un profundo cambio en la estructura arbitral desde la base hasta la cúpula, con especial atención al sistema de ascensos y descensos.
Según comunicó la FEF, esta decisión «responde a la voluntad de abrir una nueva etapa en el ámbito arbitral, en línea con el trabajo desarrollado por el grupo de reforma en el que participan representantes del colectivo arbitral, clubes profesionales y la propia Federación. Un espacio de diálogo y propuestas que ha permitido sentar las bases de un modelo más moderno, eficiente y adaptado a las necesidades actuales del fútbol español».
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