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El Tottenham tiene tres títulos europeos (dos Copas de la UEFA y una Recopa), pero no levanta uno desde que se llevó el primer torneo ... hace 41 años. El equipo londinense llega con la herida a cuestas de la final de Liga de Campeones perdida en el Metropolitano de Madrid ante el Liverpool. «Aún mantengo que no fue penalti», dijo el único superviviente, el coreano Son Heung-min, en referencia a la mano de Sissoko a los veinte segundos que dio paso al 1-0 de Salah en un duelo que concluyó 2-0. Poco después se fundió en un emotivo y prolongado abrazo sobre el césped con Fernando Llorente, excompañero suyo en aquel partido y que estaba a pie de campo porque es comentarista para Movistar+.
«Es un título que puede cambiar la historia del club», mantuvo el capitán de los Spurs. Hay mucho en juego. Los londinenses van en el puesto 17 en la Premier. «Es una posición inaceptable, pero no todo lo hemos hecho mal. Estamos en la final de la Liga Europa. Es un momento histórico».
No es fácil preparar un partido de esta envergadura para un equipo con una Liga tan calamitosa. La línea entre el éxito y el fracaso es muy fina en el club londinense. Si gana, la campaña será recordada como una de las mejores de la historia. Si se pierde, pasará a la historia como una de las peores.
El vestuario ha intentando blindarse y hacer grupo en su ciudad deportiva del Complejo de Hotspur Way. Antes de viajar los jugadores hicieron una barbacoa. «Es muy importante emplear el tiempo todos juntos. Hablar de nuestras vidas nos acerca mucho», dijo Son Heung-min.
El lateral español Pedro Porro (Don Benito, Badajoz, 25 años) dijo que actos como ese «son importantes para el grupo. Yo mismo cuando llegué hice una. Los jugadores somos como una familia entre nosotros y es importante hablar con tranquilidad con tus compañeros».
El entrenador griego, Ange Postecoglou, se juega mucho. Lleva dos campañas en el club y ha logrado alzar un título, la exigencia que se le colocó al ficharle. «Nos jugamos entrar en Champions, algo muy importante para el club, pero le doy más importancia al título. Tenemos una gran oportunidad de levantar un trofeo que es nuestra tarea principal», dijo un técnico que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Australia, país al que llegó con cinco años.
Los enviados especiales ingleses insistieron en preguntarle si se siente en la cuarta floja. «Ya he estado en esta posición antes, en la que cada partido era el último como entrenador. Estoy acostumbrado. No soy el primero que cambia de trabajo. Mi futuro no está ligado a nada. Me irá bien. No creo, de todas formas, que mi tiempo aquí se ha acabado. Estamos construyendo algo. Y si ganamos el trofeo lo aceleraremos. Me gustaría continuar. Hay un crecimiento aquí. Les digo a mis jugadores que nada hay asegurado en la vida y que disfruten de cada momento», reflexionó el técnico.
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María de Maintenant e Iñigo Fernández de Lucio
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