El nuevo reto de un Amorebieta de plata

El objetivo para la tropa de Haritz Mujika no es otro que tratar de alcanzar una permanencia que hace dos años se escapó por solo dos puntos. Por aquel entonces, todo le pilló de nuevas al conjunto azul, que pagó la novatada en muchos sentidos pero que se trajo consigo un enorme aprendizaje que le ha servido para regresar de manera triunfal tan sólo un año después como campeón de Primera Federación.

Aquel primer ascenso pudo considerarse como una casualidad en una extraña temporada marcada por el covid. Una sorpresa para muchos. Este nuevo hito logrado por los vizcaínos ya no. El Amorebieta fue el mejor en su grupo con una segunda vuelta de vértigo en una Primera Federación plagada de históricos y clubes con importantes recursos económicos. Ahora, el reto vuelve a ser mayúsculo para el humilde pero ambicioso equipo de una localidad que supera por poco los 19.000 habitantes. Una cifra que varios de sus adversarios superan tan solo con la cantidad de socios y abonados que poseen.

Entre aquel Amorebieta que obró el inolvidable 'Viverazo', aquella cuadrilla de amigos que se juntaba para merendar y jugar al fútbol, como llegó a ser calificado el conjunto vizcaíno, y el flamante Amorebieta campeón de la actualidad las diferencias son enormes. Y no solo en cuanto a la plantilla, en la que solo resisten Unai Marino e Iker Seguín. El salto al profesionalismo vino para quedarse en Urritxe. La estructura organizativa en torno al equipo creció y se organizó de forma notoria buscando «la mejora continua tanto de los jugadores como de los grupo de trabajo», destaca Zigor Egiarte, psicólogo del club y mano derecha de Asier Goiria. «Hemos podido ir mucho al detalle del día a día para dar respuesta a las necesidades que surgen en todos los aspectos, desde la alimentación al médico», recalca.

La ambiciosa meta de los de Urritxe, feudo cuya reforma deben abordar más pronto que tarde, es consolidarse y seguir creciendo en el fútbol profesional, no quedarse en mera anécdota que suceda temporalmente. El primer paso es obvio, lograr este curso la permanencia.

Para alcanzar esa meta, los de Urritxe están armando un nuevo proyecto que se asienta en buena parte de la plantilla del curso anterior. Son diez los jugadores que siguen a las órdenes de Haritz Mujika, unas renovaciones importantes, algunas muy trabajadas por parte de Asier Goiria. Los metas Unai Marino y Jon Mikel Magunagoitia; los defensas Jorge Mier y Xabi Etxeita; los medios Dorrio, Sibo, Rayco, Edwards; y el pichichi Eneko Jauregi, junto con el incombustible capitán Iker Seguín, conforman la base del equipo.

A ellos se han sumado tres perfiles de jugadores muy definidos. Por un lado, aquellos que llegan para aportar experiencia y veteranía, ese poso que hace un par de cursos pudo faltarle al Amorebieta en determinados momentos. Daniel Lasure, Javi Eraso o Erik Morán cumplen perfectamente ese papel. Por otro lado, se han incorporado futbolistas ya con cierto bagaje en la categoría que buscan explotar al abrigo de Urritxe, como Manu Hernando y Alex Carbonell. Y, finalmente, futbolistas con mucha proyección. Es el caso del exrojiblanco Álvaro Núñez y el portero Pablo Campos -cedido desde el Levante-, pero sobre todo de los internacionales Félix Garreta -defensa a préstamo desde el Betis- y el extremo hispano colombiano Luis Quintero, llegado desde la cantera del Villarreal. Faltan varios mimbres aún por llegar, especialmente en la parcela ofensiva, pero la dinámica del mercado invita a pensar que el Amorebieta no cerrará la plantilla hasta fechas cercanas al cierre de la ventana de fichajes.

La casi perfecta pretemporada de los de Haritz Mujika, con cinco victorias y una sola derrota, ha dejado entrever un Amorebieta que mantiene su esencia como bloque y sus señas de identidad en cuanto a presión, intensidad y llegadas por bandas, pero en el que también se vislumbra un fútbol en el que sea da más importancia a la posesión y la creación de juego, dos aspectos en los que cojeó en su etapa anterior y que le costó puntos por no saber gestionar partidos y marcadores.