San José: «Ya venían siendo todos los puntos muy importantes, pero ahora lo son todavía más»

El choque de este pasado domingo en el José Zorrilla ante el Valladolid fue un vía crucis para el Amorebieta, que se topó de golpe y porrazo con un rival extramotivado y con muchas ganas de devolver a los azules la 'afrenta' sufrida en Lezama. El varapalo de los pucelanos en la primera vuelta no sentó nada bien en el seno del vestuario blanquivioleta. Tampoco entre su afición, que no dio crédito a cómo un recién ascendido les endosaba la mayor goleada de la temporada. Ayer, devolvieron la moneda a los de Urritxe. Y de qué manera. Sergio León guió a los suyos hacia la victoria con un triplete. Weissman y Anuar completaron la 'manita'. El marcador pudo ser incluso más abultado de no ser por las intervenciones de Roberto Santamaría, que evitó un descalabro mayor.

Poco se puede salvar de este choque de los zornotzarras. Aguantaron el chaparrón de la mejor forma que pudieron. Incluso llegaron a tener momentos de cierto dominio ante el Valladolid, que se relajó con el 2-0. También en el arranque del segundo periodo. El Amorebieta tuvo varias y buenas ocasiones para haber marcado, pero faltó acierto. Precisamente eso fue lo que tuvo el cuadro de Pacheta, cuyas acciones siempre llevaron mucho peligro.

El que no falló fue Gorka Guruzeta, que acudió una vez más a su cita con el gol. El donostiarra, pese a que durante algunas fases pasó bastante desapercibido, sigue en estado de gracia y clavó su novena diana con un buen disparo cruzado desde la frontal que acabó en el fondo de las mallas pese a los esfuerzos de Masip, que llegó a tocar ligeramente el esférico.

Aunque, de lejos, lo más positivo que dejó el choque en tierras vallisoletanas fue poder ver de nuevo en acción a dos jugadores tras un largo tiempo apartados de los terrenos de juego por sus distintas dolencias. Jon Irazabal se lesionó en Alcorcón y llevaba desde mediados de noviembre en el dique seco por «una rotura de grado II en el tendón común de los isquiotibiales», según rezaba el parte médico ofrecido por el club en ese momento. Su recuperación, prevista para un mes, se prolongó algo más de lo esperado. Volvió a una convocatoria tras las navidades, para el duelo contra el Tenerife. Pero no ha sido hasta este domingo cuando Iñigo Vélez le ha dado minutos, ocupando la posición de Oier Luengo en la línea de tres centrales.

También se pudo ver de nuevo en acción a Mikel San José, que salió durante el tramo final del encuentro y jugó alrededor de quince minutos como pivote en el centro del campo. El exrojiblanco, que no había tenido excesiva continuidad cuando estaba disponible, tuvo que parar -también en el mes de noviembre- por unas molestias «en la zona lumbar derivadas de una descompensación muscular de larga data». No fue hasta la semana pasada cuando Vélez de Mendizabal le alistó para el choque ante el Leganés, aunque no le dio minutos.

La vuelta de Irazabal y San José supone dos importantes 'refuerzos' para el Amorebieta en este tramo final de la temporada en el que los azules se van a jugar las habichuelas. Aunque su regreso no se produjo precisamente en el mejor día de los zornotzarras. «Volver y tener un resultado como éste no es muy agradable, pero aún así estoy contento por estar de vuelta», reconocía el centrocampista navarro. «Ha empezado el partido muy mal, con dos goles y ocasiones para ellos, y con la sensación de que se nos podía hacer muy largo. Luego le hemos dado la vuelta en los últimos quince minutos de la primera parte y en el inicio de la segunda. Creo que hemos estado bien, hemos creado ocasiones, pero no hemos acertado tanto como ellos y al final nos llevamos un resultado muy duro», comentaba tras el varapalo a manos del Valladolid.

Mikel San José tiene claro que no hay vuelta de hoja, y aboga por «olvidar esto cuanto antes, intentar corregir durante la semana los fallos y encarar ya el siguiente partido, que es lo que tenemos que hacer». Y es que ese próximo encuentro del Amorebieta será ante el Málaga, rival directísimo de los azules. Un duelo prácticamente a cara o cruz. «Ya venían siendo todos los puntos muy importantes, pero a partir de ahora lo son todavía más», afirma San José, que confía en que, tras este regreso de lesión, pueda seguir «ayudando al equipo lo máximo posible, cuanto más en el verde mejor».

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