Historias entrelazadas entre azulgranas
Tras saborear las mieles de una Primera en la que se toparon, Eibar y Huesca afrontan su quinto curso en Segunda, a la que cayeron juntos en 2021
Letizia Gómez
Eibar
Sábado, 30 de agosto 2025, 21:58
La visita que el Eibar llevará a cabo este lunes (19.30 horas) al Alcoraz de Huesca, la segunda de la temporada tras la jornada ... inaugural en Málaga (1-1), supone todo un cruce de historias entrelazadas entre dos clubes que comparten mucho más que el color azulgrana de sus primeras equipaciones.
De hecho, los vínculos que asemejan a ambas entidades van más más allá del hecho de que en el conjunto oscense militen los exazulgranas Óscar Sielva, Sergi Enrich y Álvaro Carrillo, mientras que en las filas armeras, Jair Amador y Javi Martínez atesoran un pasado más o menos reciente en el equipo aragonés.
Las similitudes entre los dos rivales que encaran su quinta temporada consecutiva en la segunda categoría tras haber descendido juntos de Primera al final del curso 20-21, empiezan desde la forma en la que ambos se crearon, puesto que si el Eibar nació en 1940 fruto de una fusión entre la Unión Deportiva Eibarresa y el Club Deportivo Gallo, la SD Huesca surgió en 1960 de la alianza formada entre el Club Deportivo Huesca, que fue campeón de España de aficionados en 1931 y su heredero, la Unión Deportiva Huesca
Al igual que a los guipuzcoanos le costó sudor, sangre e infinidad de promociones alcanzar la categoría de plata, los oscenses también tuvieron que recorrer un camino plagado de espinas para celebrar su vuelta a Segunda en el 2008, 48 años después de su última vez.
Curiosamente, aunque su debut en la entonces denominada Liga Adelante se produjo como local ante el Castellón, la primera victoria en la categoría la consiguió ante el Eibar (2-0) en la tercera jornada en El Alcoraz.
Cruce de caminos
Obligados a cumplimentar su obligada conversión a Sociedad Anónima Deportiva en agosto de 2009, el Huesca logró asentarse en la segunda categoría, hasta que volvieron a dar con sus huesos en Segunda B precisamente aquel histórico 2013 en el que el Eibar obró el milagro de subir a Primera solo un año después de haberse despedido de sus cuatro temporadas en el 'purgatorio' de la división de bronce.
Pero la escuadra aragonesa no se hundió tampoco tras una primera tentativa fallida de volver de la mano de Pablo Alfaro, y dos años después de haberse caído del segundo escalón del fútbol estatal, el Huesca recuperó su plaza al proclamarse por primera vez campeón de su grupo en Segunda División B y superar tres eliminatorias que le otorgaron el premio.
Pero tal y como el Eibar sorprendió al mundo al plantarse en la élite con su flamante ascenso en el 2013, cinco años después el Huesca también tocó la gloria el 21 de mayo de 2018.
El destino quiso que el primer partido de los de la Cruz de San Jorge en Primera tuviera lugar en Ipurua ante el Eibar, al que se impuso por un 1-2 que quedó para siempre grabado en su historia.
Lejos de lograr la estabilidad que el Eibar consiguió hasta acumular siete años en Primera que marcaron una época, los aragoneses bajaron al término de esa misma campaña, casualmente de la mano del Eibar y, aunque al año siguiente volvieron a subir como campeón de la categoría, en mayo del 2021 dieron con sus huesos en Segunda junto al Eibar, por lo que los dos equipos se han pasado los últimos cuatro años sin poder cumplir su objetivo de regresar a lo más alto.
Para conseguirlo, el club oscense se ha hecho con los servicios de Francisco Portillo, que se ha ganado el apelativo de 'rey de los ascensos', tras haber subido con Betis, Getafe, Almería, Leganés y, recientemente, el Oviedo, del que ha llegado tras quedar libre este verano. El veterano malagueño viene con hambre y dispuesto a jugar desde ya si su nuevo técnico lo estima conveniente.
Jair Amador se apunta
Jair Amador también se quiere sumar a la expedición armera que viajará hasta Huesca. El caboverdiano ha dado un paso al frente y, al igual que Bautista, también ha entrenado con fuerza con el grupo.
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