El Amorebieta podría medirse al Burgos con hasta siete bajas
Larruzea y Olaetxea cumplen partido de sanción, mientras que Santamaria y San José están fuera por lesión
Fernando Romero
Amorebieta
Miércoles, 29 de diciembre 2021, 13:58
Iñigo Vélez tendrá que hacer encaje de bolillos para diseñar el once que salte este viernes al terreno de juego de El Plantío para medirse ... al Burgos en el primer encuentro de la segunda vuelta de LaLiga SmartBank. El técnico vitoriano podría acumular hasta siete bajas para este partido por diversos motivos. Cuatro de ellas son seguras. Dos por lesión y dos más por acumulación de amonestaciones.
Este último caso es el de Lander Olaetxea y Gorka Larruzea, que vieron su quinta amarilla en el choque ante la Ponferradina y, por tanto, deberán cumplir un partido de sanción. Dos jugadores con un importante peso específico en el centro del campo zornotzarra. Ambos superan el millar de minutos y, además, han visto puerta esta temporada. Dos dianas para el primero, una para el segundo.
En ese centro del campo tampoco estará Mikel San José, que ya se quedó también fuera de la convocatoria ante Las Palmas y Ponferradina por unos problemas en la espalda de los que aún no se ha recuperado y que le tendrán todavía algún tiempo fuera del equipo. Según el parte médico ofrecido por los de Urritxe este mismo mediodía, San José tiene molestias «en la zona lumbar derivadas de una descompensación muscular de larga data, por lo que permanecerá al margen del grupo».
Así pues, las tres posiciones de la medular ante el Burgos podrían estar ocupadas por Álvaro Peña -apercibido de sanción-, Markel Lozano e Iker Bilbao, jugadores utilizados habitualmente en esa posiciones por Vélez de Mendizabal. Aunque el técnico vitoriano también podría optar por adelantar a Gaizka Larrazabal, como ya ha hecho en un par de encuentros, o bien dar entrada desde el inicio a Mikel Álvaro o Asier Etxaburu.
La cuarta baja segura es la del meta Roberto Santamaría. Lesionado a mediados del mes de octubre en el Heliodoro ante el Tenerife. El por entonces cancerbero titular del Amorebieta lleva desde aquel momento trabajando en solitario y la fecha de su regreso es una incógnita. En un principio se le diagnosticó una «subluxación acromioclavicular», aunque posteriormente se vio que el alcance de su lesión en la zona del hombro, especialmente delicada para los porteros, era mayor. Una micro rotura de ligamento ha complicado y alargado en exceso su recuperación, para la cual aún no hay fecha de finalización definida.
Las otras tres ausencias para el choque del viernes podrían derivarse de los tres contagiados por coronavirus confirmados el lunes por el Amorebieta. En el escueto comunicado ofrecido por el club de Urritxe únicamente se señalaba que «tras las pruebas PCR realizadas a los jugadores, cuerpo técnico y staff del club, se han detectado tres casos positivos de COVID-19», además de señalar que «las personas afectadas se encuentran en buen estado de salud y cumpliendo el protocolo sanitario de aislamiento en su domicilio». Si los tres casos afectasen a efectivos de la plantilla zornotzarra, las bajas se elevarían a un total de siete, lo que complicaría sobremanera la confección del once inicial a Iñigo Vélez.
Irazabal, recuperado
Afortunadamente, no todo son malas noticias para el Amorebieta. El cuerpo médico de los azules ha dado ya el alta a Jon Irazabal. Con algo más de retraso de lo inicialmente esperado, el defensa se ha reincorporado por fin a la disciplina del grupo. El central del Galdakao ha permanecido en el dique seco prácticamente dos meses desde su lesión en el choque ante el Alcorcón en Santo Domingo. Allí apenas pudo permanecer 25 minutos en el terreno de juego. En una acción fortuita, en una carrera, sintió un pinchazo y rápidamente hizo gestos al banquillo. Se había roto.
Un primer diagnóstico señaló que Irazabal tenía un «una rotura de grado II en el tendón común de los isquiotibiales», tal y como recogía el parte médico ofrecido por el club, con un periodo de recuperación que se estimaba en aproximadamente un mes, que finalmente ha sido casi el doble. El propio jugador, tras concluir uno de sus entrenamientos en solitario antes del parón navideño, ya dejó entrever sus buenas sensaciones a este medio, confiando en estar a punto tras este periodo de descanso.
Jon Irazabal, que hasta su lesión había sido titular en siete de los catorce encuentros en los que ha participado, se ha perdido seis jornadas de Liga y los dos encuentros de Copa disputados por el Amorebieta. Volver a ejercitarse con el resto de sus compañeros, supone para el central azul «un alivio» después de tanto tiempo trabajando al margen. «Han sido dos meses duros de estar apartado en el gimnasio, de hacer el trabajo que te deja la lesión. Ahora estoy empezando con el equipo, tocando césped en los entrenamientos. Estoy con mucha ilusión, con ganas de entrenar otra vez», reseña el central de Galdakao. No obstante, y tras tanto tiempo lejos del verde, es probable que Iñigo Vélez no fuerce su vuelta al equipo.
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