Joseba Garmendia pasa a la cuarta fase en Formentera

Joseba Garmendia se inclina por echar raíces en la isla de Formentera, un paraíso natural en el que paladea el fútbol con tranquilidad, sin prisas y disfrutando del momento amparado en su innata clase: "Estoy muy contento de seguir en Formentera. Cuando regresé al equipo en enero de 2019, lo hice con muchas ganas de quedarme cuanto más tiempo mejor. Me gusta la isla para vivir y estoy muy feliz de poderlo hacer también jugando al fútbol". Además, apela a la ambición de catapultar de nuevo al equipo al fútbol de bronce: "El proyecto deportivo del club es muy interesante y estoy muy ilusionado de poder seguir aquí", lanza Garmendia, que renueva de nuevo para cumplir su cuarta campaña en las filas de la SD Formentera, que milita en el Grupo 11 de Tercera División y que quedó séptimo, con 49 puntos, descabalgado a solo tres de haberse colado en los playoffs express que se disputarán entre el 18 y el 26 de julio. El exleón entra en su particular fase 4 sumergido en una las puntuales excepciones de la desescalada más veloz en España del COVID-19.

El centrocampista de Basauri, de 34 años, continuará defendiendo los colores de la SD Formentera con el 10 a la espalda. El exleón se siente muy identificado con el club y con la filosofía de vida de la isla pitiusa. Su entrenador, Raúl Pérez, está encantado con la prórroga del contrato de uno de sus más aventajados jugadores: "Es una buena noticia para el conjunto en la campaña deportiva 2020-21", deslizan desde el club. Garmendia se incorporó por primera vez a las filas de la SD Formentera en la temporada 2017-18, con el equipo ubicado en Segunda B. Disputó 38 partidos. En enero de 2019, en la ventana del mercado de invierno, regresó de nuevo a la isla tras un periodo sin equipo. En esta última temporada, antes de que la pandemia del coronavirus dinamitara todas las competiciones, Garmedia seguía siendo un puntar en la zona ancha del equipo balear. No olvidará en su legado con la SD Formentera el debutar en el nuevo San Mamés y encima noquear en los dieciseisavos de la Copa del Rey al Athletic de sus amores con un gol postrero de Álvaro Muñiz en aquel fatídico saque de esquina. "La felicidad ha sido inmensa y las sensaciones, increíbles. Había estado en la grada, pero desde abajo se vive de una manera totalmente diferente. He podido disfrutarlo y, además, nos llevamos el premio, así que encantado de la vida", relataba hace justo tres años el basauritarra, un especialista en filtrar balones y domar el cuero.

Garmendia tiene una hoja de ruta nada desdeñable en el fútbol profesional: 51 partidos y tres goles en sus tres campañas en el primer equipo del Athletic, donde fue una de las perlas de la cantera de Lezama heredando el 8 de Julen Guerrero, su ídolo de niñez, dos ejercicios en el Numancia en Segunda División, los pasos por Girona, CD Mirandés, Real Murcia, y ya en Segunda B, como jornalero del balón: SD Amorebieta, UD Socuéllamos, Palencia y su desembarco en el Formentera, donde se siente realizado. El exrojiblanco cumplirá su cuarto curso en el kilómetro 14 de la carretera que cruza la isla y seguirá feliz abrazado a su pasión por el balón en el paraíso.