El falso nueve y el nueve

Pese a los obstáculos y los palos en las ruedas que ha tenido el Bilbao Athletic esta camapaña es un equipo con muchos recursos. Primero con el caso Zarraga, que ya no pudo echar un cable al filial al cambiar su contrato, después el carrusel de lesiones en el tramo final de la segunda fase, las promociones de Nico Williams, que jugó dos partidos con el primer equipo, y varios confinamientos, han alterado el normal desarrollo de un engranaje que carburaba de manera notable. Dos primeras fases de campeonato excelentes, de la que no fueron primeros en favor del Sanse por un partido esquivo ante la SD Logroñés con el equipo muy diezmado. 'Etxebe' sabía que debía ajustar sus piezas y medir los tiempos para el momento de la verdad en Extremadura. Recuperaba a todos sus efectivos menos al portero titular, Julen Agirrezabala y a Tascón.

Ante el Celta B, Joseba Etxeberria se decidió por colocar a Artola, que regresaba precisamente de una lesión muscular sin mucha trascendencia, como falso 9, una posición que no extraña, que ha desarrollado sobre todo la pasada campaña en la que Urain y Tascón se perdieron muchos partidos por lesiones en los isquiotibiales. Artola, polivalente al máximo, que sumaba este curso 10 goles, con Jon Cabo por la izquierda y Nico Williams por la derecha, suponían el arma ofensiva ante el equipo de Onésimo. Un trío con clase y velocidad, vital en el fútbol moderno, que funcionó los primeros minutos, con una doble ocasión de Artola. La primera la atajaba el arquero celeste y otra, a centro de Nico Williams, que erraba por milímetros en un lanzmiento cerca de la madera.

Este Bilbao Athletic también saco la raza en el Municipal de Villanueva con algunos gestos diáfanos como la camiseta rota de Jaso, central izquierdo, un valladar atrás, con Paredes empleándose a fondo con Manu Juste, y Víctor San Bartolomé marchándose sangrando de la nariz tras un lance en la zona ancha y siendo sustituido por Ewan Urain. El durangarra era el 9 que esperaba sacar Etxebe en el trancurso del encuentro. Ante un equipo más veterano como el de Onésimo había que agigantarse, no valían medias tintas. La expulsión del excachorro Markel Lozano por trabar a Urain en su galopada hacia la portería allanó el camino de esta semifinal de ascenso a Segunda División. Artola, muy activo, pudo marcar, de nuevo, pero fue Jon Cabo, en un alarde de clase, quien desde la frontal, anotaba el primero de la noche en Villanueva de la Serena con un chut ajustado al palo. Tres minutos después, Urain, a pase preciso de Imanol García de Albéniz bombeado con sutileza desde su perfil izquierdo, convertía el segundo tanto para alborozo de la parroquia rojiblanca que animaba en la cancha pacense, provista de muchas Peñas del Athletic. En el minuto 82, Iker Losada, una de las perlas del Celta, de falta ajustada al palo izquierdo de Iru, recortaba distancias y dejaba la incertidumbre de un resultado ajustado. Hasta su portero, Álvaro Fernánez, se lanzaba al ataque. El Bilbao Athletic corroboró que también sabe sufrir, que no solo tiene talento en sus piernas, sino que también atesora la ambición de querer medrar apretando los dientes.