Al Barakaldo se le escapa el partido en el último suspiro

Paso atrás en la lucha por la permanencia. El Barakaldo dejó escapar un punto en el último suspiro del encuentro frente al Ejea. Las fuerzas estaban muy igualadas hasta que un tanto de Garcés justo antes del pitido final echó por tierra todo el trabajo de los fabriles y selló su derrota (1-2). El conjunto gualdinegro comienza de la peor manera la primera fase, sin sumar en casa y obligado ahora a realizar una auténtica machada para lograr la salvación.

Los futbolistas del Barakaldo saltaron al verde protestando por el fútbol sin aficionados en las gradas en Euskadi, hecho que les deja en desventaja respecto a los equipos navarros, riojanos y aragoneses. «No al fútbol sin aficionados» y «Lasesarren behar zaituztegu» lucían las pancartas con las que salieron al campo. El cuadro fabril no se encontró cómodo en la primera mitad y se vio muy superado por el Ejea en los primeros compases. Los zaragozanos, a pesar de sacar el balón jugado, hacían más daño al contraataque y ahí los de Jabi Luaces pasaron serios aprietos.

La primera oportunidad llegó por parte de Urkiza con un disparo lejano, tratando de probar a Sobrón, pero la pelota la rechazó a córner un defensor y la jugada no presentó ningún tipo de peligro. Tras ese mismo saque de esquina, no solo salieron indemnes los zaragozanos, sino que aprovecharon para armar la contra a gran velocidad y sorprendieron al cuadro gualdinegro. Todo fue al primer toque. Dani Segovia otorgó el pase de la muerte a Carracedo y este solo tuvo que empujarla para hacer el 0-1 en el minuto once.

No bajó los brazos ni mucho menos el conjunto dirigido por Jabi Luaces y siguió intentando buscar área contraria. Alain Ribeiro intentó firmar las tablas con un disparo raso desde la frontal del área, pero Miguel Martínez la detuvo sin excesivos problemas. El Ejea tampoco renunciaba al ataque a pesar de ir por delante y fue claramente superior a los fabriles en el cómputo global de la primera mitad. De hecho, Carlos Vicente pudo ampliar la ventaja con otra gran jugada combinativa de los albiazules, pero su disparo se marchó levemente desviado.

Sin embargo, a los 37 minutos, Aitor Seguín sacó el guante de su pierna izquierda y sacó petróleo de un saque de esquina sacado en corto. El extremo eibarrés le pegó desde el costado izquierdo y su disparo fue perfecto. Nada pudo hacer Miguel Martínez y el jugador cedido por el Athletic firmó las tablas e hizo gala una vez más de su enorme potencial. A partir de este momento, el partido fue mucho más abierto y el Barakaldo mostró una mejor versión en la segunda parte. Los gualdinegros ganaron en soltura y pisaron mucho más campo contrario.

La primera gran oportunidad de la segunda mitad llegó a los 64 minutos con un disparo fuerte de Carracedo, que se marchó rozando el palo izquierdo de la portería defendida por Oleaga. Solo cinco minutos después, Urkiza respondió con un tiro escorado que detuvo Miguel Martínez. En el tramo final, Brian Martín a punto estuvo de dar los tres puntos para el Ejea en una oportunidad muy clara, pero cruzó demasiado su envío y se marchó alto. No lo tuvo que lamentar la escuadra riojana, ya que, en el último instante del duelo, Garcés se elevó más que nadie en el córner para conseguir el gol que condenaba a los fabriles a irse con su casillero a cero de esta primera jornada de la segunda fase.