El Barakaldo pide entrar en concurso de acreedores para garantizar su supervivencia

La decisión ha sido anunciada hoy por el presidente, Orlando Sáiz, a los jugadores tras el entrenamiento. También la conocía la Asociación de Fútbolistas Españoles, cuyos representantes se reunieron el lunes con los gestores del club de Lasesarre y posteriormente con la plantilla. La alcaldesa de la ciudad, la peneuvista Amaia del Campo, fue informada por el propio presidente de la medida.

La abogada Marisa Gracia indica en la documentación entregada en los juzgados que la deuda del club es de 1.156.953 euros. La mayor parte de ella, 1.099.000 euros es con la Seguridad Social por las irregularidades en las cotizaciones de jugadores durante cuatro campañas, desde la 2014-15 hasta la 2018-19. El resto corresponde a proveedores y a otros. Los jugadores están al día. Hoy mismo se les ha pagado la nómina de noviembre.

El paso es visto entre los dirigentes del club como el único camino hacia la supervivencia. «Los únicos concursos que no acaban en liquidación son los de los equipos de fútbol», dijo el pasado día 18 en la asamblea de socios del Barakaldo el abogado Juan Carlos Soto, del despacho RNL que gestiona este proceso.

El club tiene sobre su cabeza una espada de Damocles. La Seguridad Social puede exigir desde el lunes 2 de diciembre el pago de los 1,1 millones que se le deben. La directiva ha pedido aplazar el trámite, pero aún no tiene respuesta a su demanda.

Al solicitar el concurso de acreedores se busca acabar con el riesgo que generaría una petición de pago inmediato de la Seguridad Social. De llegar ésta el 1 de diciembre sin el paso dado esta mañana, el club entraría en quiebra y desaparecería. La ventaja de haberlo pedido hoy es que si el juez lo admite, se podría levantar también el embargo que podría demandar la Seguridad Social en caso de pedir el cobro de su deuda a partir del lunes.

El concurso garantiza al club que no haya embargos. De esta forma, se responde del pago de las fichas y de los alquileres de pisos de los jugadores, que hasta el momento se llevan al día.

Si el juzgado de lo Mercantil de Bilbao admite la petición de concurso, el juez debe nombrar un administrador. A partir de ahí se cita a los acreedores y se intenta llegar a un acuerdo. La Seguridad Social tiene que tomar una decisión. O cobro algo de lo que me deben o no cobro nada. Para lograr lo primero necesita mantener vivo al Barakaldo.

El dato de los clubes españoles que se han acogido a la ley concursal anima a pensar que el Barakaldo tiene viabilidad. Veintitrés entidades que estaban en Primera o Segunda A han pasado por este trance. Ninguno de ellos ha desaparecido y seis de ellos (Real Sociedad, Alavés, Valladolid, Betis, Granada y Mallorca) están en la máxima categoría.

Muy cerca y en la misma Segunda B, el Amorebieta dio un paso similar, un preconcurso la pasada campaña. Llegó a un acuerdo con los acreedores y hoy en día es un club saneado que sigue en Segunda B. Allí además había un riesgo que aquí no existía. Los jugadores denunciaron impagos a la AFE y la entidad estaba en peligro de descenso a Tercera.

Si el juzgado admite la petición, designará un administrador concursal. Su misión será buscar un acuerdo con los acreedores que garantice la viabilidad del Barakaldo. En la mayoría de los concursos del fútbol español la 'quita' (liberación que de la deuda que hace el acreedor al deudor) ha sido de un 50% y se negocia un pago del resto del dinero en varios años.