Ter Stegen levanta un muro en el Barcelona

Una exhibición de Marc-André ter Stegen bajo los palos evitó que el Celta empatara en el Camp Nou y el Barcelona se llevara el triunfo (1-0) con un gol de Pedri y conservara el liderato en la Liga. El guardameta alemán demostró así que ha regresado a sus mejores tiempos, tras discutirse meses atrás su continuidad esta temporada en el club azulgrana e incluso convertirse en candidato a formar parte de los jugadores transferibles en verano. Pero él mismo decidió poner fin a las dudas y recuperar su prestigio, a volver a asombrar con paradas de fantasía y exhibir unos reflejos imposibles.

Primero, dio un paso importante al operarse en mayo del tendón rotuliano de su rodilla derecha para fortalecer esa articulación y ganar seguridad física. En segundo lugar, renunció a participar en cuatro partidos con la selección de Alemania en la Liga de Naciones porque admitió que «necesito descansar». Buscaba de esta forma la serenidad de la que no disfrutó por las lesiones y muchos años sin vacaciones. El resultado de tales medidas ya fue evidente en el encuentro ante el Rayo Vallecano que abría la temporada, en el que el germano salvó al Barça de una derrota al abortar ocasiones muy claras del conjunto madrileño (0-0). Brilló de nuevo en el choque contra la Real Sociedad (1-4), sobre todo en los duelos con los delanteros, una de las grandes virtudes del azulgrana.

Pero su actuación ante el Celta el pasado domingo ha terminado de confirmar que Xavi Hernández cuenta de nuevo con uno de los mejores del mundo en la portería. La segunda parte de Ter Stegen desquició a los celestes, muy superiores ante un Barça muy frágil en su área. Dos paradas consecutivas, una tras el rebote de un defensa y otra a un remate a bocajarro de Óscar, inauguraban el festival del alemán que recordarán durante mucho tiempo en el Camp Nou. Cinco minutos antes, en el 50, se temió que Ter Stegen tuviera que retirarse por un fuerte golpe en la espalda, pero, como hiciera en verano, pudo recuperarse y defendió a su equipo numerosas veces ante el continuo acoso del Celta. En el minuto 69 desvió un remate duro de Veiga, que se encontraba en fuera de juego, y en el 83 frustró la ocasión más clara del conjunto gallego, un disparo de Iago Aspas que el internacional germano impidió que se transformara en gol con su pierna estirada. Y tuvo tiempo para enviar por encima del larguero un tiro de Carles Pérez, aunque la acción previa fue invalidada por el árbitro.

Ter Stegen solo ha encajado un gol en los ocho partidos de Liga disputados hasta ahora, el recibido en Anoeta. Las estadísticas señalan que durante este periodo ha realizado 20 paradas, lo que equivale a 2,50 por encuentro. Es el décimo portero del campeonato con más intervenciones, cuando se supone que en un bloque de la calidad del Barcelona su último hombre debería tener menos trabajo y, sobre todo, que no ejerciera tantas veces de salvavidas. Pero el equipo azulgrana suele descuidarse en defensa y deja demasiados espacios a su espalda, lo que aprovechan los rivales para plantarse delante de Ter Stegen. Es entonces cuando este portento de 30 años emplea sus recursos. Cierra los huecos de su puerta y las vías de disparo a los atacantes, emplea las cuatro extremidades como un felino y posee una respuesta instantánea a los remates del adversario. Un gato que bajo el larguero parece tan voluminoso como un elefante.

Quizás porque era delantero cuando era un niño en el Borussia de su Monchengladbach natal, el meta culé es un prodigio dominando el balón con ambos pies. Se convierte en el primer creador, halla soluciones en la salida del balón y puede generar ocasiones ofensivas con sus envíos largos y medidos. En la Liga acumula 221 pases buenos (27,6 por partido). A menudo se le achaca que corre riesgos, pero es parte del espectáculo de un futbolista único.

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