El día que Rodri dijo basta antes de debutar en Primera: «Llamé a mi padre llorando, hizo que no tirase la toalla»
El centrocampista ha pronunciado un emotivo discurso al recoger el Balón de Oro, un galardón que recoge un español 64 años después
Fue un viaje para retroceder casi una década de París a Villarreal. Los segundos del discurso en los que Rodri Hernández, el centrocampista que ha devuelto a España el Balón de Oro tras 64 años de sequía, se teletransportó a cuando era un chaval de 17 años. La edad que tenía cuando cogió las maletas en 2015 para dejar Madrid y poner rumbo al juvenil del Villarreal. En su discurso, con el prestigioso galardón bajo el brazo, explicó que aquel día puso «rumbo a un sueño». El de jugar en Primera División. Colapsó, dijo «basta». Y fue su padre el que consiguió que no tirase la toalla. «Desde ese día cambió mi mentalidad. Solo quiero decir que un chico normal con valores, que estudia, que intenta hacer las cosas buen, que no se fija en estereotipos fuera del fútbol... y que puede conseguir esto», confesaba con la voz un poco entrecortada. Aguantó el tipo.
«Jamás pensé que esto (por el Balón de Oro) podría llegar. Recuerdo que un día dije 'basta'. Llamé a mi padre llorando, con la sensación de que todo había acabado. Que parecía que el sueño se me desvanecía. Y recuerdo que me dijo 'si hemos llegado hasta aquí no vamos a tirar la toalla. Vamos a apretar'», recordó el futbolista de 28 años, ex del Villarreal y Atlético. Esa experiencia dio al centrocampista defensivo del Manchester City una lección que jamás olvidó y que le ha llevado a triunfar en Inglaterra y levantar con La Roja la Eurocopa. «Se lo decido a mi familia por todos los valores que me han dado, por lo que me han ayudado y por lo que representan para mí. Por guiarme para no confundirme y seguir los pasos correctos. Ser un hombre que juega al fútbol por amor», resumía. «Soy un tipo normal».
En realidad, el primer nombre que apareció en su discurso fue el de Laura, su pareja. «Es la persona más importante hoy en día. Es nuestro aniversario. Hacemos 8 años». Casualidades del destino. Más allá de los agradecimientos protocolarios a France Football, la UEFA y el jurado, Hernández centró buena parte de su discurso para insistir en que se trata de «una victoria del fútbol español» y de «la figura del mediocentro». No se dejó en el tintero a una generación de oro, la de los campeones del mundo y autores del doblete europeo, que se quedaron sin tocar esa esfera dorada y brillante. «Xavi, Iniesta, Iker, Busi... Que no lo han ganado y se lo merecen. No me quiero dejar a ninguno».
❜❜𝑼𝒏 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒏𝒐𝒓𝒎𝒂𝒍, 𝒄𝒐𝒏 𝒗𝒂𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔, 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒖𝒅𝒊𝒂, 𝒒𝒖𝒆 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒃𝒊𝒆𝒏, 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒇𝒊𝒋𝒂 𝒆𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒆𝒓𝒆𝒐𝒕𝒊𝒑𝒐𝒔...❜❜.
— El Día Después en Movistar Plus+ (@ElDiaDespues) October 28, 2024
Rodrigo, casi tan buen futbolista como persona. #BalónDeOro pic.twitter.com/RA1glvsEEx
En un deporte colectivo, Rodri sabe que sus compañeros han sido fundamentales. Habló de La Roja. «A Luis (de la Fuente) por confiar hace tanto tiempo en mí». Y pronunció un nombre en especial, Carvajal, ausente por el polémico e histórico desplante de su club, el Real Madrid, por la indignación de que Vinicius no se llevase el Balón de Oro. «Ha sufrido la misma lesión que yo y se merecía estar en este atril». Y mencionó a otro que «lo ganará». Lamine. «Tienes todo por delante». También tuvo un recuerdo a sus compañeros del Manchester City. «Sin vosotros no lo habría conseguido. Estoy en el mejor club del mundo», presumió.
El Balón de Oro es atribuido por una votación de un jurado formado por periodistas que representan a las 100 primeras naciones del ranking FIFA. Y los expertos consideraron que debía recaer en en Rodri. El español consiguió esta pasada temporada la Eurocopa con La Roja, donde fue elegido Mejor Jugador del torneo por la UEFA, y se embolsó con el Manchester City de Guardiola la Premier y la Community Shield.