Juan Carlos Carcedo, el entrenador milagro de la Champions criado en Vitoria

El curso pasado ya compitió de forma notable en Europa en la Conference, donde cayó en las eliminatorias previas a los octavos frente al Djurgardens sueco. Sin embargo, su hazaña en la Liga de Campeones este verano ha sido superlativa. Los chipriotas eliminaron al Maccabi Tel Aviv y Dinamo Kiev en la segunda y tercera ronda antes de cruzarse con otro histórico como el Estrella Roja. El histórico conjunto de Belgrado, con una 'orejona' en su palmarés, sucumbió ante la sorpresa chipriota. En la ida, el Pafos ganó en el Pequeño Maracaná de la capital serbia (1-2). Y en la vuelta, el gol de Jajá en el minuto 89 certificó el empate (1-1) y la clasificación para la Champions.

Una gesta que tiene el sello de Carcedo. «Somos la cenicienta, pero vamos a disfrutar del camino», apuntó en 'Marca'. El entrenador natural de Logroño pero con profundas raíces vitorianas llegó en 2023 a un Pafos al que ha transformado en un 'coco' en Chipre, con el que ha ganado una Copa, una Liga y le ha llevado a competir con los mejores clubes de Europa. Antes, fue primer entrenador del Ibiza (2020-21) y del Zaragoza (2022) en una carrera en los banquillos que estuvo unida a Unai Emery en sus inicios.

Carcedo fue 'mano derecha' del guipuzcoano en Almería, Valencia, Spartak de Moscú, Sevilla, PSG y Arsenal. Por el camino conquistó tres Europa Leagues, una Ligue 1, dos Copas de Francia, dos Copas de la Liga francesas y dos Supercopas galas. En 2020, ambos separaron sus caminos. Carcedo buscaba nuevos horizontes como primer entrenador. Un paso más en una carrera que como futbolista le llevó por Hospitalet, Gramanet, Espanyol, Atlético de Madrid, Niza, Leganés y Las Palmas, donde se retiró en 2006. Un camino largo y exitoso el de un preparador, centrocampista cuando se vestía de corto, que creció en Vitoria, una ciudad con la que está unido para siempre. Carcedo pasó su infancia y juventud en la capital alavesa, donde dio sus primeras patadas al balón en el San Ignacio y, sobre todo, en el Aurrera.

«Nací en Logroño pero he hecho mi vida en Vitoria. Mis padres y mis amigos están allí, mi carrera se desarrolló y se inició en la ciudad y me siento vitoriano», dijo en 'Kiroleros' en 2021. Carcedo no olvida sus orígenes. «Estuve un año en el San Ignacio y luego en todas las categorías del Aurrera. Estoy muy agradecido a toda la gente y entrenadores del club por lo que me ayudaron. Ya con 18 años me marché a Barcelona y a hacer mi carrera en otros lugares, pero mi sitio está en Vitoria», añadió Carcedo, que sigue unido a la ciudad a través de su familia y cuadrilla.

Desde el Aurrera celebran el éxito de Carcedo. «Hemos seguido su evolución y meter un equipo de Chipre en la Champions es la leche. Un éxito espectacular que nos llena a todos de orgullo», confiesa a EL CORREO Kiko García, exjugador y directivo rojillo, que coincidió con Carcedo en el fútbol base del Aurrera: «Era mediocentro y se le veía que era de esos futbolistas a los que les gusta mandar en el campo y que tienen un perfil de entrenador desde pequeños. Estuvo con nosotros muchos años antes de irse a Barcelona». A pesar de ello, siempre estuvo unido a Vitoria. «Vino hace unos años a un partido de veteranos ante la Real Sociedad. Aunque nació en Logroño es vitoriano. De hecho, sus padres cuando daban sus paseos venían hasta Olaranbe a ver los partidos», añade García. Un entrenador con alma alavesa que ha puesto patas arriba la Champions.