Bilbao se despide de la Eurocopa: La Federación apuesta por Sevilla en detrimento de San Mamés
«La Cartuja es un lugar magnífico», afirma Rubiales, que sabe que la Junta desea cubrir más del 25% del aforo
«La Cartuja es un lugar magnífico». Con estas palabras Luis Rubiales, presidente de la Federación (RFEF), evidenció este viernes que ahora mismo Sevilla ... es su apuesta como sede para sustituir a Bilbao como una de las sedes de la Eurocopa. El organismo que dirige el fútbol español lleva semanas negociando una alternativa a la capital vizcaína. De hecho, según ha podido saber este periódico, los contactos con la Junta han sido habituales desde que el Gobierno andaluz que lidera Juanma Moreno Bonilla se mostrase dispuesto a que hubiera público en la final de Copa de hace dos semanas entre el Athletic y la Real Sociedad. Entonces, fue el Ejecutivo central el que dio marcha atrás e impidió un acceso limitado de aficionados.
Pero el gesto de la Administración andaluza convenció a la Federación de que La Cartuja podría ser un buen recambio. Algo que les quedó más claro aún cuando la pasada semana el Gobierno vasco hizo públicas las condiciones para que San Mamés pudiera tener, como máximo, un 25% de su aforo durante la Eurocopa. El Ejecutivo de Urkullu exige que, por ejemplo, en toda España esté vacunado el 60% de la población y que la incidencia del virus ronde los 40 casos por cada 100.000 habitantes cuando en el país está en 200 -y en Bilbao por encima de 500-. Unos registros que se tendrían que lograr en menos de dos meses para que hubiera algo de público. De lo contrario, no entraría nadie.
La Federación emitió ese mismo día una dura nota de prensa en la que acusó al Gabinete autonómico PNV-PSE de establecer unas condiciones «imposibles de cumplir». Y dio prácticamente por hecho que la Eurocopa no se celebraría en Bilbao. Es ahí cuando empezó a coger forma la opción sevillana. Porque la Junta está dispuesta a que entre a La Cartuja más del 25% del aforo y porque tanto Rubiales como el Gobierno de Bonilla mantienen una magnífica sintonía. Se vio ayer mismo, cuando el presidente de la RFEF y el consejero de Deportes, Javier Imbroda, protagonizaron un encuentro informativo organizado por Europa Press.
En esa comparecencia pública, Rubiales, que al mismo tiempo es vicepresidente de la UEFA, mantuvo las formas y no descartó a Bilbao como sede de la Eurocopa, pero sus palabras dejaban entrever que Sevilla es, ahora mismo, algo más que una mera opción. «Voy a hacer todo lo posible por que España siga siendo sede de la Euro, y La Cartuja es un lugar magnífico», aseguró el dirigente canario. «Es fundamental como país conservar la sede. Hay serias dificultades en Bilbao y es la UEFA la que tiene que decidir. Desgraciadamente, la situación es la que es. No quiero decir más porque es la UEFA la que decide», advirtió.
Sus palabras encontraron el complemento perfecto en las declaraciones de Javier Imbroda. El consejero de Educación y Deportes apostó por la presencia de espectadores en La Cartuja si el lunes la UEFA la designa sede oficial de la Euro. «Yo ya hubiera abierto las gradas en las finales, pese a que con el cierre perimetral era imposible que llegaran aficionados de fuera de Sevilla», aseguró. E incluso se mostró dispuesto a facilitar la entrada de espectadores en cualquier actividad deportiva una vez que se levante el estado de alarma el 9 de mayo. «Confío en que una vez que termine el estado de alarma», los estadios puedan «albergar cierto aforo» porque «siempre hemos estado en favor de abrir los eventos a los espectadores», resaltó. La llegada de público permitirá reflotar el sector hotelero y la hostelería, a pesar de las restricciones. Las instituciones andaluzas invirtieron 13 millones de euros para rehabilitar un estadio de La Cartuja que había permanecido abandonado durante años.
Una complicidad que la Federación y la organización de la sede en San Mamés no mantienen con esa intensidad desde hace tiempo, aunque en público se esfuercen por resaltarla. El viernes, de hecho, Rubiales tuvo palabras de agradecimiento para Juan Mari Aburto. «El alcalde de Bilbao ha hecho un gran trabajo», reconoció.
«Oscuros intereses»
Sin embargo, la realidad parece otra. En medios conocedores de las negociaciones se apunta a que el clima de colaboración y entendimiento se deterioró con la llegada del confinamiento. Este periódico ya publicó en octubre que la capital vizcaína corría riesgo de caerse de la Eurocopa porque los organismos deportivos no estaban de acuerdo con cómo estaban actuando las instituciones vascas. Algo que el Ayuntamiento negó tajantemente. En las últimas semanas han sido tanto el Consistorio como representantes del Gobierno vasco los que han apuntado a «oscuros intereses» para quitar la sede a Bilbao y trasladarla «a otro lugar». Unas insinuaciones que señalaban de forma velada a la Federación y a Rubiales.
Un aspecto que hay que tener en cuenta en todos estos movimientos de los últimos meses es que quienes pactaron la llegada de la Eurocopa a Bilbao ya no están al frente de ninguna de las instituciones implicadas en este macroevento deportivo. Al frente de la UEFA estaba Michel Platini, al frente de la Federación Española Ángel María Villar y en el Ayuntamiento gobernaba Iñaki Azkuna. Ahora en las riendas del fútbol español se encuentra Luis Rubiales, al que según diferentes fuentes no le convencía el proyecto de Villar y su equipo.
En Sevilla, la selección de Luis Enrique tendrá unas condiciones favorables en todos los sentidos. La Administración está entregada a la celebración de este evento y la ciudad ya ha demostrado un respaldo unánime a La Roja. De hecho, la Federación quiere organizar allí un amistoso de España con público para prepararse para la Eurocopa.
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