Del «Cucurella come paella» a estrella de Instagram y padre de familia numerosa: así es el futbolista más silbado en Alemania
La afición gemana no le perdona que el árbitro no señalara penalti por unas manos dentro del área en la eliminatoria contra su selección
Jugar con un intenso sonido de viento cuando se toca el balón es una de las experiencias más desagradables para un futbolista. Es lo que le tocó vivir ayer a Marc Cucurella en el Múnich Arena durante la semifinal de la Eurocopa en la que la selección española logró el pase para la final. La situación provocada por los silbidos de los hinchas alemanes fue tan insoportable que Vivian no dudó en defender a su compañero calificando el comportamiento de los teutones de «vergüenza». Y todo porque los germanos pagaron con lateral zurdo del Chelsea la eliminación de su selección en cuartos.
Noticia relacionada
Vivian estalla por los pitos a Cucurella en el Múnich Arena: «Es una vergüenza»
En Alemania no se olvida su mano dentro del área que no fue castigada con penalti por el árbitro inglés Anthony Taylor. Y ello a pesar de que la normativa de la UEFA establece que no se pitará falta alguna cuando la pelota impacte en la mano antes de que el jugador le dé tiempo a retirarla, que es lo que pasó con el futbolista catalán. Sin embargo, los germanos siguen pensando que se debía de haber señalado la pena máxima e incluso se han recogido estos días miles de firmas para que se repita el partido.
El caso es que esta desproporcionada reacción de la hinchada germana ha vuelto a poner en primera plana a Cucurrella, un futbolista poco dado a estar en el ojo de la polémica. No en vano es un tipo que no duda en enarbolar la discreción y la humildad como bandera en contraposición con el desmedido ego que suelen lucir muchos de los futbolistas de élite que se han paseado estos días con sus respectivas selecciones por Alemania, lo que explicaría la airada reacción de Vivian contra los silbidos.
Y es que Cucurella es, ante todo, un tipo con los pies en la tierra, conocido por su buen humor y simpatía, alejado de los malos rollos que suelen ser tan habituales en el mundo futbolístico. Pese a su juventud, nació hace 25 años en la localidad barcelonesa de Alella, el jugador revelación de la Eurocopa y titular indiscutible con Luis de la Fuente, es padre de tres hijos pequeños. «Echamos de menos a la familia», confesaba en una entrevista concedida a este periódico sobre su participación en el torneo continental. «Tenemos mucha motivación y sería también un premio muy bonito, acabar levantando el trofeo», añadía como prueba de que este sacrificio en su vida personal podía merecer la pena.
«Cucurella come paella»
El catalán no sólo es un tipo muy querido por sus compañeros de la selección. También por la afición del Chelsea hasta el punto de que le han compuesto una canción. La letra ya lo dice todo: «Cucurella come paella, bebe estrella y tiene un pelo masivo». Todo ello con un acento inglés que provoca que apenas se entienda su apellido. «He oído de todo», señala señala divertido al mismo tiempo que se siente honrado porque le dediquen una tonada, un gesto de aprecio muy común entre la hinchada inglesa hacia los ídolos de sus equipos.
Hablando de pelo, reconoce que se lo dejó largo para que su madre le reconociera más fácilmente en los partidos. De su padre destaca que siempre ha sido «un currante». «Trabaja en ventas de un concesionario de coches» y recuerda que le llevaba a los partidos «y me metía mucha caña cuando era pequeño», recordándole los pases que había fallado. Cucurella, que se define como un jugador de equipo, respondía haciendo todo lo posible por mejorar a base de esfuerzo diario, aunque significase renunciar a muchas cosas como ir de fiesta con sus amigos durante su adolescencia.
El esfuerzo valió la pena porque tras militar en las categorías inferiores del Espanyol lo acabó fichando el Barcelona para su equipo juvenil en 2016. Cuatro años después debutaba con el primer equipo para ser después cedido a Eibar, Getafe, Brighton & Hove Albion, antes de recalar en 2022 finalmente en el Chelsea con el que ha terminado triunfando. Internacional en las categorías inferiores, forma parte del equipo sub-23 que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2023 y, ahora, sueña con ganar su primera Eurocopa.
Estrella de Instagram
Es demasiado joven para pensar en la retirada pero sueña con abrir su propio canal de twitch aprovechando que «se me ocurren cosas alegres» y su gran capacidad de improvisación. Es lo que hace en Instagram donde acumula un millón de seguidores que valoran sus mensajes llenos de positividad y buen rollo, rodeado por su familia. De momento, compatibilizar esta actividad con su carrera deportiva es imposible al tener «mucha faena en casa y para eso necesitas tiempo», un tiempo que comparte además con la creación de un campus dedicado a las estancias deportivas en Barcelona para fomentar los valores de juego limpio.
Eso sí, no lamenta ser padre de familia numerosa, porque «te cambia la perspectiva de la vida». «Cuando perdía un partido estaba dos o tres días cabreado. Ahora llego a casa y desconecto porque ellos no entienden de derrotas o victorias, siempre están alegres, te hacen feliz el día», añade el jugador que siempre que puede ensalza la labor de su pareja, la diseñadora de moda Claudia Rodríguez, a la hora de educar a sus hijos. «Ella les aporta las cosas más positivas», reconoce sobre la barcelonesa, también bailarina de ballet, con la que mantiene una relación sentimental desde 2018 y que es una de las fijas en los tabloides británicos siempre ensalzando los logros deportivos de su novio y animándolo.
Admirador de Cristiano Ronaldo por su inagotable capacidad de trabajo, una mentalidad con la que se siente muy identificado, Cucurella, que mide 1,73 metros y pesa 67 kilos, hace gala siempre que puede de su gran humildad al considerar que «hay jugadores con mucho más talento que yo». «No bajar nunca los brazos me ha hecho estar donde estoy, disfrutando de esta Eurocopa», añade el que se ha convertido en el jugador revelación del torneo al que llegó sin haber jugado antes con España. La bala en la recámara para Luis Enrique para su posición en el campo se ha convertido en una de las grandes estrellas de la Eurocopa hasta el punto de ser bautizado como el 'lateral del pueblo'. Y todo ello pese a los silbidos 'made in Germany'.
