David Karanka imprime el sello alavés en el ascenso más remoto
El técnico vitoriano dirige al ambicioso Inter Barcelona, nacido hace dos años en décima categoría con el objetivo de llegar al fútbol profesional
Hace dos semanas, el streamer vasco Ibai Llanos anunció su deseo de crear desde cero un club de fútbol con el que se propuso ir ascendiendo categorías hasta tocar el fútbol profesional. Una idea ambiciosa, pero no la única en esa misma línea en los últimos años. Con una filosofía similar nació en el verano de 2022 el Inter Barcelona, radicada en la capital catalana pero con sello alavés. Su entrenador y responsable del primer equipo desde entonces es el vitoriano David Karanka. Retirado hace más de una década tras una carrera en la que llegó a debutar en Primera -siguió los pasos de su hermano Aitor-, no dudó en aceptar la oferta para ser el responsable de un equipo recién nacido en la última categoría del fútbol nacional, el décimo peldaño.
Veinticuatro meses después, el conjunto de Karanka acaba de celebrar su segundo ascenso consecutivo. El año que viene competirá en Segunda Catalana, la octava categoría. Todo va sobre ruedas en un proyecto cuya minuciosidad sorprende. Lejos de ser la apuesta amateur que podría esperarse en estos niveles, el Inter Barcelona cuenta con una estructura más similar a la de un equipo profesional. De su apuesta por entrenar por las mañanas cuatro días por semana a retransmitir algunas de sus sesiones o contar con una tienda online en la que adquirir sus productos. Todo nace de la mente del asiático Dong Ren.
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Él fue quien captó a Karanka. Ambos se conocían de su etapa en el Birmingham: Ren era el CEO del histórico club, mientras que el vitoriano ejercía de asistente de su hermano. Entonces, durante la 2020-21, trabaron «una buena relación» y mantuvieron el contacto. «Después tuve una experiencia como primer entrenador en Panamá. Ahí es cuando recibí algunas llamadas de él contándome el proyecto. Me chocó un poquito, pero me ganó con todo lo que me propuso y la ilusión con la que me lo contó», comparte a EL CORREO el entrenador. Aceptó la inusual propuesta de ocupar un rol dual, el de entrenador pero también director de coaching del equipo. «Quería que me encargara de todo lo que tiene que ver con la primera plantilla: buscar jugadores, coordinar entrenamientos...», explica.
«El proyecto es serio, queremos dar pasos cortos poro estables», asegura el entrenador
El hecho de hacerlo en un club recién fundado ofrecía un lienzo en blanco, pero también la ausencia de una estructura consolidada. «Fueron días de mucho estrés», evoca. Hubo que buscar jugadores, integrantes del cuerpo técnico o incluso instalaciones. Desde el primer día, Karanka tiene a su lado al exfutbolista Dani Tortolero, con más de 200 partidos disputados en Segunda a lo largo de su carrera. Para el campo, el club primero optó por hacer las pruebas en el Nou Sardenya, estadio del CE Europa, aunque sus partidos los ha jugado siempre en La Verneda, casa de otro histórico, el CE Júpiter. Era, en definitiva, transitar por el camino difícil. ¿Por qué? «Una de las cosas en las que insiste el propietario es crear un sentido de pertenencia. Cada año vemos clubes que desaparecen, cambian de nombre… Tuvo ofertas para comprar un club en categorías superiores, pero quería crear uno desde abajo», expone.
25 victorias en 30 partidos
Ahí Karanka empezó a entender la «ambición» del proyecto. Vio que, aunque sonaba raro, era verdaderamente posible situar al equipo en categorías nacionales. «El objetivo es ir ascendiendo año tras año, pero cada temporada va a ser más complicado. Trabajamos para tener más recursos, aunque el objetivo va a ser el mismo», recalca. Sin ponerse techo, apuesta por la cautela. «El propietario dijo desde el principio que había nueve o diez categorías para llegar a Primera, pero que era el objetivo. Internamente sabemos que hay que ir paso a paso. Hay que seguir demostrando que el proyecto es serio, que se está trabajando bien y que queremos dar pasos cortos pero estables», añade Karanka.
El curso pasado el Inter se impuso en 25 de sus 26 partidos; este año ha ganado 25 de 30. Dos ascensos inapelables que también generaron un runrún en un contexto poco acostumbrado a estas situaciones. «Cuando aparece un proyecto de este estilo siempre hay algún comentario. Intentamos ir a lo nuestro», zanja Karanka. «Escuchas muchas cosas, sobre todo por ser el propietario extranjero. Pero si acepto esto es porque precisamente le conozco», añade.
Aunque el hecho de contar tanto con un dueño como con entrenadores de reconocida trayectoria también ejerce como imán. «Ayuda y mucho. Ya no solo a nivel de jugadores, sino también de cuerpo técnico. Hay gente que ofrece sus servicios. Les sorprende que estemos en estas categorías. Pero se quedan encantados y mucha gente quiere venir por los que trabajamos», detalla. «El día a día es de forma profesional. Entrenamos cuatro por semana, por las mañanas. Es uno de los hándicaps, porque muchos estudian y trabajan», ilustra. Sin entrar en dinero -«cada uno tiene sus condiciones», resume-, asegura que «hay gente que ha llegado a cambiar de trabajo para apostar por el proyecto». Ya piensan en la próxima temporada. «No podemos parar. Sobre todo si eres ambicioso. El 16 de junio comenzamos las pruebas para ver jugadores. Tenemos que reforzarnos», sentencia. El primer paso hacia un tercer ascenso con sello alavés.
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