Adiós al sueño copero del Aurrera. Manuel Brágimo.
Villamuriel 1-0 Aurrera

El Villamuriel termina con el sueño copero del Aurrera

Copa del Rey ·

El gol de Chemby en el minuto 70 le dio la victoria (1-0) y la clasificación al conjunto palentino, que se medirá a un Primera en la siguiente ronda

Jon Ander Goitia

Villamuriel de Cerrato (Palencia)

Miércoles, 9 de octubre 2024, 21:35

Fin al sueño copero. Si Villamuriel es conocido por ser la cuna del teatro, ayer el Aurrera de Vitoria asistió a un drama. Difícil imaginar ... un giro de guión tan drástico. Porque el memorable partido cuajado por los chicos de Ander Marquínez se quedó sin premio. Cuando parecía que casi acariciaban el sueño de enfrentarse a un equipo de Primera División, a mediados de la segunda parte todo se empezó a esfumar. Y el villano de esta historia fue Chemby quien superó con maestría a Carbajo.

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Todo apuntaba a una tarde gloriosa. Incluso la lluvia dio una tregua cuando el balón echó a rodar. Álvaro Sabando, con el 10 a la espalda, fue el director de orquesta. Dio un recital majestuoso. Por sus botas pasaba la mayor parte del juego ofensivo vitoriano que consiguió inclinar el campo hacia la portería local. Salvo chispazos puntuales, el Aurrera ganó muchos enteros para adelantarse en el marcador.

Y este escenario fue el que alentó a las gradas. Un centenar de aficionados, familiares y amigos rebosaron el graderío en el que se les ubicó. Con las bufandas –el club las repartió una a una en la entrada– al viento, se subieron a esta ola que nunca quería romperse. No jugaban en casa. 200 kilómetros les separaban de Olaranbe. Pero ayer un trocito de Vitoria latió con fuerza en el estadio Rafael Vázquez Sedano.

Daba igual que una pista de atletismo de seis calles les alejase del verde. Bombo en mano, Ander Lozano, Oier Costalago e Iker Bastida alinearon a ese jugador número 12 que tanto hace falta en este tipo de duelos. «Tío, que Ekaitz, nuestro amigo, está a un paso de jugar contra un equipo de Primera División», comentaba esta cuadrilla de Mercedarias. El sueño estaba ahí. Y los nervios a flor de piel. «Estoy muy emocionada», conseguía articular Helena López, madre de este jugador. «Hoy no ha ido a clase y otros tantos compañeros tampoco», revelaba.

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Villamuriel

Mario; Pupy, Adrián, Juan (Aitor, min. 65), Guille (Chemby, min. 53); Jambo, Miguel, Jesús (Jaime, min. 83), Álex; Nacho (Alvi, min. 83) y Mata (Ciru, min. 65).

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Aurrera

Carbajo; Terrazas (Beñat, min. 75), Mikel, Abel, Oier, Hodei; Castillo (Iker, min. 75), Jorge, Álvaro (Ander, min. 68); Ekaitz (Jokin, min. 90) y Asier (Aimar, min. 68).

  • Gol 1-0 Chemby (min. 70).

  • Árbitro Pinilla Serrano (Comité madrileño). Solo amonestó al local Álex.

  • Incidencias Partido disputado en el estadio Rafael Vázquez Sedano de Villamuriel de Cerrato (Palencia) ante 1.750 espectadores.

El desembarco fue real. Y la ilusión iba por bandera, esa que cinceló, puntada a puntada, la tía de Beñat. «Como no ha podido venir, nos ha pedido que la despleguemos por ella», comentaron Ana Ramos, madre del jugador, y Estrella Ramos. Y a la causa se sumaron más refuerzos desde pueblos cercanos como Baltanás, Villaramiel o Hérmedes del Cerrato. «¿Y si lo conseguimos? Imagínatelo, solo con pensarlo...», soñaba Eneko Ortiz.

El empate sin goles con el que se llegó al descanso daba más ala a la esperanza. Pero el paso por vestuarios sintió mejor al conjunto local. Consiguieron estructurar ese muro con el que frenar las acometidas rojillas que buscaban jugar contra un Primera en Copa 24 años después. Y en ese toma y daca llegó el mazo.

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Arreón final

Un balón en profundidad de Guillermo dejó solo a Chemby, que había entrado en la segunda parte para refrescar la delantera, solo ante Carbajo, al que superó por arriba. El camino del balón hasta el fondo de las mallas fue eterno. Cerca estuvo Mikel de salvarlo. Pero nada. Jarro de agua helada. Un golpe, más bien mazazo, que dejó algo aturdido al equipo. Con un disparo lejano, cerca estuvo el Villamuriel de poner el 2-0, salvado por una asombrosa estirada de póster. Suspiros en la grada.

El tiempo se agotaba en este reloj de arena. Y en la recta final los rojillos pusieron toda la carne en el asador. «Yo aún confío. Creo que aún vamos a tener otras dos por lo menos», alentaba Mikel Vázquez desde la grada. El arreón final avivó el sueño. A los dos córners lanzados ya con el tiempo cumplido le siguió una falta lateral. Carbajo subió a rematar. Pero el meta local atrapó el balón y también el sueño copero.

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