Suspendido el Betis-Sevilla tras impactar una barra en la cabeza de Jordán

Lamentable, deleznable, pésima imagen del fútbol español en Europa y golpe a la Copa del Rey. El partido estrella de octavos de final entre el Betis y el Sevilla fue suspendido anoche como consecuencia del impacto de un objeto lanzado desde la grada a la cabeza del centrocampista visitante Joan Jordán cuando el resultado era de empate (1-1). El jugador quedó tendido en el suelo y fue trasladado al hospital para efectuarle revisiones complementarias. Según un comunicado emitido esta madrugada por el Sevilla, se encuentra ya en su domicilio, donde deberá permanecer al menos 24 horas, tras ser diagnosticado de un traumatismo craneoencefálico. En cuanto al agresor, distintas fuentes apuntaron que ha sido localizado, e incluso que ya está detenido.

Tras el informe emitido por el colegiado vasco De Burgos Bengoetxea, el delegado federativo y los responsables de la seguridad, el Comité de Competición ha decidido con carácter de urgencia que el partido se reanude este domingo a puerta cerrada a partir del minuto 39 –como dispone el árbitro en el acta, con cuatro de añadido y saque para el Sevilla– en el Benito Villamarían. El choque se tiene que disputar hoy mismo ha causa del calendario tan comprimido: el sorteo de cuartos está fijado para el próximo viernes por la mañana, el Sevilla se enfrenta el miércoles a las 21.30 horas al Valencia en partido liguero, el Betis lo hace el martes ante el Alavés y el reglamento establece que deben pasar al menos 48 horas de descanso para los futbolistas.

El incidente ocurrió justo después de que Nabil Fekir firmase el tanto del empate provisional (1-1) con un soberbio gol olímpico. Justo después de que su lanzamiento con la zurda se le envenenara al joven cordobés Alfonso Pastor, debutante en la portería del equipo hispalense, desde uno de los fondos del Benito Villamarín arrojaron una especie de barra de plástico que golpeó a Jordán en la cabeza. Según recoge el árbitro en el acta, se trataba de un palo hueco de unos 50 centímetros de largo y de PVC.

Se formó a partir de entonces un gran revuelo, con constantes protestas de los sevillistas al árbitro lideradas por su técnico, Julen Lopetegui, al que varios jugadores del conjunto local, entre ellos Víctor Camarasa, acusaron de haber incitado a Jordán a simular que estaba mareado y tirarse al suelo. «Todos lo hemos escuchado», aseveró el centrocampista bético. En este sentido, el Sevilla exigió horas después del altercado «el mayor de los respetos» para Jordán, «un profesional íntegro y una persona ejemplar que ha sufrido un ataque infame». Tras la agresión, y mientras el jugador era atendido en la banda, el colegiado decidió que los equipos fueran al vestuario. Aproximadamente media hora después, el partido se dio por suspendido y los jugadores del Betis salieron al césped para despedirse de su afición.

Hasta la agresión a Jordán se había visto un duelo apasionante, con el Betis muy dominante aunque fue el Sevilla el que logró marcar en su primera aproximación. Óliver Torres porfió por un balón, le robó la cartera al defensor y su asistencia hacia atrás la convirtió en un pase a la red el Papu Gómez. Reaccionó de maravilla el equipo de Pellegrini, igualó su mejor jugador y se produjo la acción lamentable, que no es la primera en el gran derbi andaluz ni en el feudo helipolitano.

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